Caminaba despacito.
Caminaba despacito
por un jardín tan real
que hasta las hojas tomaban
esos colores dorados
que el rey siempre lucía
cuando quería mostrar
su poder y su riqueza
a cuantos con envidia miraban
los lujos que se ponía.
Y yo aquí caminando
poco a poco disfrutaba
de ese oro que da el árbol
si sabes mirar al cielo.
¡Cuánto gozo nos provocan
los colores del otoño
que sin ser reyes tenemos
el oro sobre el cabello,
ese que poco a poco
queda blanco sin remedio!
Caminaba despacito.
Caminaba despacito
por un jardín tan real
que hasta las hojas tomaban
esos colores dorados
que el rey siempre lucía
cuando quería mostrar
su poder y su riqueza
a cuantos con envidia miraban
los lujos que se ponía.
Y yo aquí caminando
poco a poco disfrutaba
de ese oro que da el árbol
si sabes mirar al cielo.
¡Cuánto gozo nos provocan
los colores del otoño
que sin ser reyes tenemos
el oro sobre el cabello,
ese que poco a poco
queda blanco sin remedio!