Paseos del alma
El alma se ha de sentir
cual ave que surca el cielo.
No basta con pasear,
hay que elevarse del suelo.
Deja que vuele y que goce,
que respire y se haga luz,
que el agua alivie su sed,
y ese verdor infinito
ponga música y reflejos
a la luz que el sol regala.
Cuando comiences a andar
hazlo muy lentamente.
Sentirás cómo penetras
en un lugar diferente
donde el silencio se rompe
en tu profundo interior
y comienza, cual resorte,
con toda fuerza a volar
ese sueño retenido
que espera la oportunidad
de batir al aire las alas
de su ansiada libertad.
¡Deja que el alma pasee
y disfrute de su vuelo!
Sólo has de caminar
por ese bonito sendero.
Paseos del alma
El alma se ha de sentir
cual ave que surca el cielo.
No basta con pasear,
hay que elevarse del suelo.
Deja que vuele y que goce,
que respire y se haga luz,
que el agua alivie su sed,
y ese verdor infinito
ponga música y reflejos
a la luz que el sol regala.
Cuando comiences a andar
hazlo muy lentamente.
Sentirás cómo penetras
en un lugar diferente
donde el silencio se rompe
en tu profundo interior
y comienza, cual resorte,
con toda fuerza a volar
ese sueño retenido
que espera la oportunidad
de batir al aire las alas
de su ansiada libertad.
¡Deja que el alma pasee
y disfrute de su vuelo!
Sólo has de caminar
por ese bonito sendero.