Soledad
Cuánto aire se nos cuela
en las redes del consuelo,
que creyendo calentar
comprobamos que es incierto;
que el corazón no calienta
con un "me gusta" y "te prefiero";
que el corazón necesita
quemarse y sentir el fuego.
La tecnología reclama
usuarios y no personas
que sepan mirar y hablar,
y sintiendo en directo;
que un beso sólo se da
acariciando el rostro ajeno.
Mas las redes te hacen ver
que sin ellas no hay ni besos,
y te meten en un pozo
donde sólo hay tecleo,
y siempre encuentras helada
la sala de tu recreo.
Tomaso Albinoni - Adagio (Herbert von Karajan).
Soledad
Cuánto aire se nos cuela
en las redes del consuelo,
que creyendo calentar
comprobamos que es incierto;
que el corazón no calienta
con un "me gusta" y "te prefiero";
que el corazón necesita
quemarse y sentir el fuego.
La tecnología reclama
usuarios y no personas
que sepan mirar y hablar,
y sintiendo en directo;
que un beso sólo se da
acariciando el rostro ajeno.
Mas las redes te hacen ver
que sin ellas no hay ni besos,
y te meten en un pozo
donde sólo hay tecleo,
y siempre encuentras helada
la sala de tu recreo.
Tomaso Albinoni - Adagio (Herbert von Karajan).