Con final feliz
Alguien dijo que Riaño es un "pueblo sin alma", quizás ésta permanezca bajo las aguas del embalse. Hay que recordar que, aunque Riaño no desapareció por completo, gran parte del obsoleto pueblo continúa sumergido. No le quedó otro antídoto que renacer de sus cenizas y levantarse de nuevo.
A unos tres km de Riaño, dirección León, está la Ermita de Nuestra Señora de Quintanilla, bello y airoso edificio del siglo XVIII que es todo un símbolo para esta comarca, punto de encuentro y tradiciones.
Esta pequeña ermita se salvó por muy poco de ser engullida por las aguas del embalse.
A pesar de todo, a veces, hay finales felices.
Y la visión de la bella Ermita de Quintanilla cercada de montañas y con las aguas del embalse, bien puede considerarse un final feliz.
O bien al menos, una pérdida menos de patrimonio artístico.
Con final feliz
Alguien dijo que Riaño es un "pueblo sin alma", quizás ésta permanezca bajo las aguas del embalse. Hay que recordar que, aunque Riaño no desapareció por completo, gran parte del obsoleto pueblo continúa sumergido. No le quedó otro antídoto que renacer de sus cenizas y levantarse de nuevo.
A unos tres km de Riaño, dirección León, está la Ermita de Nuestra Señora de Quintanilla, bello y airoso edificio del siglo XVIII que es todo un símbolo para esta comarca, punto de encuentro y tradiciones.
Esta pequeña ermita se salvó por muy poco de ser engullida por las aguas del embalse.
A pesar de todo, a veces, hay finales felices.
Y la visión de la bella Ermita de Quintanilla cercada de montañas y con las aguas del embalse, bien puede considerarse un final feliz.
O bien al menos, una pérdida menos de patrimonio artístico.