Singular y privilegiado
El Faro de Favàritx está rodeado de acantilados bajos de pizarra negra y grisácea, formando un paIsaje que muchos románticos definen como lunar o incluso infernal, mientras que los más científicos hablan del lugar como una punta rocosa de pizarra negra.
Una cosa está clara, nadie se queda indiferente.
Al dirigirte hacia el faro tendrás la sensación de que has cambiado de isla, de que no se trata de Menorca en absoluto.
Apenas hay vegetación, el suelo está formado por pizarra negra laminada y los acantilados son abruptos, algo que sorprende a los visitantes especialmente la primera vez.
Sin duda se trata de una paraje singular privilegiado
Singular y privilegiado
El Faro de Favàritx está rodeado de acantilados bajos de pizarra negra y grisácea, formando un paIsaje que muchos románticos definen como lunar o incluso infernal, mientras que los más científicos hablan del lugar como una punta rocosa de pizarra negra.
Una cosa está clara, nadie se queda indiferente.
Al dirigirte hacia el faro tendrás la sensación de que has cambiado de isla, de que no se trata de Menorca en absoluto.
Apenas hay vegetación, el suelo está formado por pizarra negra laminada y los acantilados son abruptos, algo que sorprende a los visitantes especialmente la primera vez.
Sin duda se trata de una paraje singular privilegiado