Flysch en la Casa de Náufragos
La bajamar en el muelle-dársena de Arriluze deja al descubierto el flysch que nos lleva directamente la vista a la Casa de Náufragos de Guetxo.
Éste es uno de los edificios más emblemáticos del paseo marítimo de dicha ciudad. Fue construido en 1920 para la Cruz Roja marítima, contando también con estancias para alojar a los náufragos.
Su arquitectura se asemeja a un caserío vasco, pero con la particularidad de que se encuentra asentado sobre pilastras con arcos que se adentran en la arena y en el agua del mar. Tiene un faro en la parte superior.
Un grupo altruista totalmente independiente formado por algunos pescadores y hombres de mar de la zona que, a pesar de sus escasos recursos, acudían en caso de siniestro en auxilio de los navegantes.
Contaban con una trainera de rescate, bautizada como "Ama Begoñakoa", un andarivel, un cañón de bronce y dos fusiles lanzacabos, picos y palas, y unos precarios cascos de mimbre como protección... Todo ello transportado en un rudimentario carro de madera para facilitar su transporte.
La razón de la existencia de esta sociedad de salvamento viene dada por la alta siniestralidad del puerto de Bilbao a lo largo de la historia
Flysch en la Casa de Náufragos
La bajamar en el muelle-dársena de Arriluze deja al descubierto el flysch que nos lleva directamente la vista a la Casa de Náufragos de Guetxo.
Éste es uno de los edificios más emblemáticos del paseo marítimo de dicha ciudad. Fue construido en 1920 para la Cruz Roja marítima, contando también con estancias para alojar a los náufragos.
Su arquitectura se asemeja a un caserío vasco, pero con la particularidad de que se encuentra asentado sobre pilastras con arcos que se adentran en la arena y en el agua del mar. Tiene un faro en la parte superior.
Un grupo altruista totalmente independiente formado por algunos pescadores y hombres de mar de la zona que, a pesar de sus escasos recursos, acudían en caso de siniestro en auxilio de los navegantes.
Contaban con una trainera de rescate, bautizada como "Ama Begoñakoa", un andarivel, un cañón de bronce y dos fusiles lanzacabos, picos y palas, y unos precarios cascos de mimbre como protección... Todo ello transportado en un rudimentario carro de madera para facilitar su transporte.
La razón de la existencia de esta sociedad de salvamento viene dada por la alta siniestralidad del puerto de Bilbao a lo largo de la historia