…la conciencia de tu vivir de ayer… #EXPLORE
*
* EXPLORE marzo 2025
*
* Farola y su sombra proyectada. En una calle cualquiera de (Cabra de Córdoba, la antigua Igabrum tartesso-romana). Subbética cordobesa. Centro geográfico de Andalucía.
* La fascinación que siempre me produjeron las proyecciones de los cuerpos en sus propias sombras sobre superficies blancas, me viene desde niño. Solía jugar con mi sombra y realizaba gestos con los pies y manos, especialmente con los dedos para ver el prodigio casi mágico de sus efectos. Luego mis hermanos y yo jugábamos a las sombras chinescas o a hacer cine en pleno sol y viendo nuestras imágenes sobre la pared que entraban por el agujero de una puerta.
Esta evocación de mi niñez y de mis juegos infantiles me trajo a la memoria el hermoso pensamiento de Lawrence Ferlinghetti: “La poesía es la sombra proyectada por la imaginación de nuestras farolas”.
.
* Y hablando de sombras, nada mejor que poner sobre el tapete los versos de uno de los mejores poetas de nuestro planeta, Luis Cernuda.
La Sombra
Al despertar de un sueño, buscas
tu juventud, como si fuera el cuerpo
del camarada que durmiese
a tu lado y que al alba no encuentras.
Ausencia conocida, nueva siempre,
con la cual no te hallas. Y aunque acaso
hoy tú seas más de lo que era
el mozo ido, todavía.
Sin voz le llamas, cuántas veces;
olvidado que de su mocedad se alimentaba
aquella pena aguda, la conciencia
de tu vivir de ayer. Ahora,
Ida también, es sólo
un vago malestar, una inconsciencia
acallando el pasado, dejando indiferente
al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.
(LUIS CERNUDA. Donde habite el olvido.)
…la conciencia de tu vivir de ayer… #EXPLORE
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* EXPLORE marzo 2025
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* Farola y su sombra proyectada. En una calle cualquiera de (Cabra de Córdoba, la antigua Igabrum tartesso-romana). Subbética cordobesa. Centro geográfico de Andalucía.
* La fascinación que siempre me produjeron las proyecciones de los cuerpos en sus propias sombras sobre superficies blancas, me viene desde niño. Solía jugar con mi sombra y realizaba gestos con los pies y manos, especialmente con los dedos para ver el prodigio casi mágico de sus efectos. Luego mis hermanos y yo jugábamos a las sombras chinescas o a hacer cine en pleno sol y viendo nuestras imágenes sobre la pared que entraban por el agujero de una puerta.
Esta evocación de mi niñez y de mis juegos infantiles me trajo a la memoria el hermoso pensamiento de Lawrence Ferlinghetti: “La poesía es la sombra proyectada por la imaginación de nuestras farolas”.
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* Y hablando de sombras, nada mejor que poner sobre el tapete los versos de uno de los mejores poetas de nuestro planeta, Luis Cernuda.
La Sombra
Al despertar de un sueño, buscas
tu juventud, como si fuera el cuerpo
del camarada que durmiese
a tu lado y que al alba no encuentras.
Ausencia conocida, nueva siempre,
con la cual no te hallas. Y aunque acaso
hoy tú seas más de lo que era
el mozo ido, todavía.
Sin voz le llamas, cuántas veces;
olvidado que de su mocedad se alimentaba
aquella pena aguda, la conciencia
de tu vivir de ayer. Ahora,
Ida también, es sólo
un vago malestar, una inconsciencia
acallando el pasado, dejando indiferente
al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.
(LUIS CERNUDA. Donde habite el olvido.)