Trotando… caballos que en el viento… #EXPLORE (Zo) Y
* EXPLORE, Marzo 2021.
* Con esta foto, muy trabajada por mi parte, pongo un granito de arena, a pesar de mi dolor, para alegrar la entrada de esta primavera
* Trabajo de recuperación, reconstrucción, recorte y ambientación, con retoque en color del cielo y la yerba de un almanaque del año 1920 (hace ya un siglo). Propaganda de una imprenta. He usado técnicas de fotografía manual más la ayuda del programa PSP.
* En esta primavera andaluza, donde la Semana Santa se ha visto confinada por la pandemia, rememoré los versos de Rafael Alberti
CABALLOS
De frente o de perfil, quiebros volando
blancos, puros y grandes, inocentes
rasgos de luz divinos y crecientes,
ciega y honda armonía golpeando,
sois los altos caballos inmortales,
hijos del sol y espumas musicales.
¿Quién no los ve y a quién no les extasía
vuestro rítmico paso, vuestra pura,
perfecta nitidez, vuestra mesura,
vuestro sentido de la geometría?
Sois las medidas, exaltadas luces
que brotan de los campos andaluces.
Yo os quisiera cantar, aunque quisiera,
infundiéndoos las savias del jinete,
que dulce y duramente os compromete
el alma que a la música os trajera.
Y nada más, caballos que en el viento
bailaréis en mi solo pensamiento.
(RAFAEL ALBERTI. “Poemas”.)
Trotando… caballos que en el viento… #EXPLORE (Zo) Y
* EXPLORE, Marzo 2021.
* Con esta foto, muy trabajada por mi parte, pongo un granito de arena, a pesar de mi dolor, para alegrar la entrada de esta primavera
* Trabajo de recuperación, reconstrucción, recorte y ambientación, con retoque en color del cielo y la yerba de un almanaque del año 1920 (hace ya un siglo). Propaganda de una imprenta. He usado técnicas de fotografía manual más la ayuda del programa PSP.
* En esta primavera andaluza, donde la Semana Santa se ha visto confinada por la pandemia, rememoré los versos de Rafael Alberti
CABALLOS
De frente o de perfil, quiebros volando
blancos, puros y grandes, inocentes
rasgos de luz divinos y crecientes,
ciega y honda armonía golpeando,
sois los altos caballos inmortales,
hijos del sol y espumas musicales.
¿Quién no los ve y a quién no les extasía
vuestro rítmico paso, vuestra pura,
perfecta nitidez, vuestra mesura,
vuestro sentido de la geometría?
Sois las medidas, exaltadas luces
que brotan de los campos andaluces.
Yo os quisiera cantar, aunque quisiera,
infundiéndoos las savias del jinete,
que dulce y duramente os compromete
el alma que a la música os trajera.
Y nada más, caballos que en el viento
bailaréis en mi solo pensamiento.
(RAFAEL ALBERTI. “Poemas”.)