UNA ESCAPADA A ITALIA (IV) …Opulenta Venecia, señora de los mares... (Zo) Y
*
* Detalle de “El Gran Canal”. “La Riva del vin” (La Ribera del vino). Venecia.
* La Riva del vin circunda el Gran Canal desde el Puente de Rialto hasta la iglesia de San Silvestre en el lado del sestiere de San Polo. Es uno de los pocos tramos del Gran Canal flanqueado por recorridos peatonales. El nombre deriva del hecho de que en este lugar comenzaron a llegar y a amarrar barcos cargados de vino, una costumbre que se prolongó hasta casi mediados del siglo XIX.
Evocaremos aquellos versos del romántico José Zorrilla (poeta del s. XIX) en estos fragmentos de su canto:
…Allí está, Venecia, la dueña opulenta
de antiguos y nobles y libres blasones,
Venecia la hermosa, la villa que cuenta
que a sueldo tenía soberbias naciones,
señora del mar.
Que cuenta que un día imperios y reyes
su gala envidiaron, su nombre temieron,
y el mar y la tierra besaron sus leyes,
y enviáronle buques, soldados le dieron;
porque ella supiera batirse y triunfar.
Un día a sus ojos la tierra callaba,
un día su nombre la tierra llenaba.
…
¡Reír, cantar, beber, corta es la vida!
Reír, hasta que seca la garganta
niega paso a la voz enronquecida;
cantar, hasta que el alba se levanta,
que yace en el Adriático dormida.
¡Opulenta Venecia, ríe y canta,
ríe y canta, señora de los mares,
que la risa y la voz cubren el llanto;
y mientras roe el tiempo tus pilares,
y deslustra la lluvia el áureo manto,
risa y juego y festines y cantares,
rueden las horas del dolor en tanto...
(JOSÉ ZORRILLA. A Venecia.)
UNA ESCAPADA A ITALIA (IV) …Opulenta Venecia, señora de los mares... (Zo) Y
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* Detalle de “El Gran Canal”. “La Riva del vin” (La Ribera del vino). Venecia.
* La Riva del vin circunda el Gran Canal desde el Puente de Rialto hasta la iglesia de San Silvestre en el lado del sestiere de San Polo. Es uno de los pocos tramos del Gran Canal flanqueado por recorridos peatonales. El nombre deriva del hecho de que en este lugar comenzaron a llegar y a amarrar barcos cargados de vino, una costumbre que se prolongó hasta casi mediados del siglo XIX.
Evocaremos aquellos versos del romántico José Zorrilla (poeta del s. XIX) en estos fragmentos de su canto:
…Allí está, Venecia, la dueña opulenta
de antiguos y nobles y libres blasones,
Venecia la hermosa, la villa que cuenta
que a sueldo tenía soberbias naciones,
señora del mar.
Que cuenta que un día imperios y reyes
su gala envidiaron, su nombre temieron,
y el mar y la tierra besaron sus leyes,
y enviáronle buques, soldados le dieron;
porque ella supiera batirse y triunfar.
Un día a sus ojos la tierra callaba,
un día su nombre la tierra llenaba.
…
¡Reír, cantar, beber, corta es la vida!
Reír, hasta que seca la garganta
niega paso a la voz enronquecida;
cantar, hasta que el alba se levanta,
que yace en el Adriático dormida.
¡Opulenta Venecia, ríe y canta,
ríe y canta, señora de los mares,
que la risa y la voz cubren el llanto;
y mientras roe el tiempo tus pilares,
y deslustra la lluvia el áureo manto,
risa y juego y festines y cantares,
rueden las horas del dolor en tanto...
(JOSÉ ZORRILLA. A Venecia.)