UN VIAJE DE IDA Y VUELTA (XII) …en sueños sube hasta el cielo… (Zo) Y
*
* Panorámica de un lugar de la Costa Oeste en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
* He aquí donde radica la magia de Nueva Zelanda, en su variedad paisajística: agua y belleza por todas partes. Este lugar es muy impresionante y atípicamente salvaje. Ante el correr de las nubes y la diversidad de los colores de las mismas, que parece se ciernen sobre nuestras cabezas, recordé aquellos versos del poeta León Felipe.
Nubes
Ayer estaba mi amor
como aquella nube blanca
que va tan sola en el cielo
y tan alta,
como aquella
que ahora pasa
junto a la luna
de plata.
.
Nube
blanca,
que vas tan sola en el cielo
y tan alta,
junto a la luna
de plata,
vendrás a parar
mañana,
igual que mi amor,
en agua,
en agua del mar
amarga.
.
Mi amor tiene el ritornelo
del agua, que, sin cesar,
en nubes sube hasta el cielo
y en lluvia baja hasta el mar.
.
El agua, aquel ritornelo,
de mi amor, que, sin cesar,
en sueños sube hasta el cielo
y en llanto baja hasta el mar.
(LEÓN FELIPE. Como aquella nube blanca.)
UN VIAJE DE IDA Y VUELTA (XII) …en sueños sube hasta el cielo… (Zo) Y
*
* Panorámica de un lugar de la Costa Oeste en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
* He aquí donde radica la magia de Nueva Zelanda, en su variedad paisajística: agua y belleza por todas partes. Este lugar es muy impresionante y atípicamente salvaje. Ante el correr de las nubes y la diversidad de los colores de las mismas, que parece se ciernen sobre nuestras cabezas, recordé aquellos versos del poeta León Felipe.
Nubes
Ayer estaba mi amor
como aquella nube blanca
que va tan sola en el cielo
y tan alta,
como aquella
que ahora pasa
junto a la luna
de plata.
.
Nube
blanca,
que vas tan sola en el cielo
y tan alta,
junto a la luna
de plata,
vendrás a parar
mañana,
igual que mi amor,
en agua,
en agua del mar
amarga.
.
Mi amor tiene el ritornelo
del agua, que, sin cesar,
en nubes sube hasta el cielo
y en lluvia baja hasta el mar.
.
El agua, aquel ritornelo,
de mi amor, que, sin cesar,
en sueños sube hasta el cielo
y en llanto baja hasta el mar.
(LEÓN FELIPE. Como aquella nube blanca.)