MI QUERIDA ESPAÑA (LXIV) … ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?… (Zo) Y
*
* Paseo Marítimo de Alicante. Una disposición tan original de las losas del acerado, como la que muestra la fotografía, provoca el efecto óptico de volumen, cuando se trata de una superficie totalmente lisa y plana. Mi camarada asciende por esta magia de cubos a pleno sol.
* El poema elegido para esta evocación es un fragmento de una poesía del lírico salvadoreño Alfredo Espino..
“Poema a la ascensión”
(Fragmento)
¡Dos alas!... ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo..!
-
Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores...
¡Qué pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube:
esta cumbre es el reino del pájaro y la nube...
(ALFREDO ESPINO. Poemas.)
MI QUERIDA ESPAÑA (LXIV) … ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?… (Zo) Y
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* Paseo Marítimo de Alicante. Una disposición tan original de las losas del acerado, como la que muestra la fotografía, provoca el efecto óptico de volumen, cuando se trata de una superficie totalmente lisa y plana. Mi camarada asciende por esta magia de cubos a pleno sol.
* El poema elegido para esta evocación es un fragmento de una poesía del lírico salvadoreño Alfredo Espino..
“Poema a la ascensión”
(Fragmento)
¡Dos alas!... ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo..!
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Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores...
¡Qué pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube:
esta cumbre es el reino del pájaro y la nube...
(ALFREDO ESPINO. Poemas.)