Balmaseda...Un pueblo para visitar
Considerada capital de las Encartaciones, Balmaseda está situada en el sudoeste de Bizkaia, a orillas del río Kadagua, una de las principales rutas comerciales de antaño entre Castilla y Bilbao.
Testigo del paso de peregrinos y comerciantes, la primera villa de Bizkaia desarrolló durante siglos una intensa actividad comercial y artesanal. Fue punto de encuentro de diferentes culturas, hecho que hoy en día tiene su reflejo en las múltiples tradiciones y festejos que celebra la localidad.
Balmaseda destaca, sobre todo, por su amplio y rico patrimonio cultural. Dos hermosas iglesias, la de San Severino, construida en el siglo XV, y la de San Juan, templo gótico situado en la margen izquierda del Kadagua, llamarán la atención del visitante. También merece la pena visitar el peculiar convento de Santa Clara y los palacios de Urrutia y Horcasitas, así como el popular Puente Viejo o de La Muza, con su torreón. Esta construcción medieval fue una auténtica aduana, donde se pagaba el portazgo por el paso de mercancías y de personas.
Fuera del casco urbano, es posible realizar diversos recorridos por el entorno natural que rodea el municipio. Una de las rutas más concurridas lleva hasta la cumbre del Kolitza (879 m), uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia, junto al Oiz, Gorbeia, Sollube y Ganekogorta.
Balmaseda...Un pueblo para visitar
Considerada capital de las Encartaciones, Balmaseda está situada en el sudoeste de Bizkaia, a orillas del río Kadagua, una de las principales rutas comerciales de antaño entre Castilla y Bilbao.
Testigo del paso de peregrinos y comerciantes, la primera villa de Bizkaia desarrolló durante siglos una intensa actividad comercial y artesanal. Fue punto de encuentro de diferentes culturas, hecho que hoy en día tiene su reflejo en las múltiples tradiciones y festejos que celebra la localidad.
Balmaseda destaca, sobre todo, por su amplio y rico patrimonio cultural. Dos hermosas iglesias, la de San Severino, construida en el siglo XV, y la de San Juan, templo gótico situado en la margen izquierda del Kadagua, llamarán la atención del visitante. También merece la pena visitar el peculiar convento de Santa Clara y los palacios de Urrutia y Horcasitas, así como el popular Puente Viejo o de La Muza, con su torreón. Esta construcción medieval fue una auténtica aduana, donde se pagaba el portazgo por el paso de mercancías y de personas.
Fuera del casco urbano, es posible realizar diversos recorridos por el entorno natural que rodea el municipio. Una de las rutas más concurridas lleva hasta la cumbre del Kolitza (879 m), uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia, junto al Oiz, Gorbeia, Sollube y Ganekogorta.