Día perdido
Domingo
"—Las personas podemos alquilar cosas, pero no podemos alquilar a otras personas —me explicó mi abuela, mirándome a los ojos.
—¿No podemos?
—No podemos. Ni podemos alquilar a una persona, ni debemos apropiarnos de su forma de pensar ni de su alma, ni siquiera de un pedacito de ella. La gente no se alquila. Y si se pudiera alquilar a alguien, saldría muy, pero que muy caro".
(Hiromi Kawakami, Algo que brilla como el mar)
Domingo
"—Las personas podemos alquilar cosas, pero no podemos alquilar a otras personas —me explicó mi abuela, mirándome a los ojos.
—¿No podemos?
—No podemos. Ni podemos alquilar a una persona, ni debemos apropiarnos de su forma de pensar ni de su alma, ni siquiera de un pedacito de ella. La gente no se alquila. Y si se pudiera alquilar a alguien, saldría muy, pero que muy caro".
(Hiromi Kawakami, Algo que brilla como el mar)