Mayte Llera
01673 - El baldaquino de la Iglesia del Domo de los Inválidos de París (Église du Dôme), obra de Louis Visconti
maytedalianegra.blogspot.com/2018/09/la-guerra-perdida.html
LA GUERRA PERDIDA
Naces
y tu primera bocanada de aire
inaugura la lista de las batallas ganadas.
Luego vendrán otros
que tejerán sus mimbres contigo,
aunque muchos embocen
sus rostros en la niebla
y se perciban irreconocibles,
difusos como las fibras leprosas del humo.
Cuántas escaramuzas
irán curtiendo tu cuero
entre la escoria
que dejarán las noches y los días.
Cuántas cicatrices,
esculpidas a hierro y fuego,
escindirán tus rocas
hasta desmoronarlas
y hacerlas discurrir en torrentes de arena,
para más tarde
amasar con ella el adobe
que fortificará tus muros.
Una tras otra
se te presentarán contiendas,
y no hallarás más refugio
que seguir blandiendo tu espada
contra el demonio del segundero.
Una tras otra
irás remolcando
tus victorias y derrotas
por caminos fatigados,
sacando fuerzas de los tuétanos
de tus huesos,
creyendo que el combate
garantiza los laureles.
No te disgustes si en un último momento
descubres que esta guerra solo la gana
la tierra.
(Autora del poema: Mayte Llera)
© del poema: t0V9WG24G0J3xpX7
(Prohibida la reproducción total o parcial del poema fuera de la web Flickr)
01673 - El baldaquino de la Iglesia del Domo de los Inválidos de París (Église du Dôme), obra de Louis Visconti
maytedalianegra.blogspot.com/2018/09/la-guerra-perdida.html
LA GUERRA PERDIDA
Naces
y tu primera bocanada de aire
inaugura la lista de las batallas ganadas.
Luego vendrán otros
que tejerán sus mimbres contigo,
aunque muchos embocen
sus rostros en la niebla
y se perciban irreconocibles,
difusos como las fibras leprosas del humo.
Cuántas escaramuzas
irán curtiendo tu cuero
entre la escoria
que dejarán las noches y los días.
Cuántas cicatrices,
esculpidas a hierro y fuego,
escindirán tus rocas
hasta desmoronarlas
y hacerlas discurrir en torrentes de arena,
para más tarde
amasar con ella el adobe
que fortificará tus muros.
Una tras otra
se te presentarán contiendas,
y no hallarás más refugio
que seguir blandiendo tu espada
contra el demonio del segundero.
Una tras otra
irás remolcando
tus victorias y derrotas
por caminos fatigados,
sacando fuerzas de los tuétanos
de tus huesos,
creyendo que el combate
garantiza los laureles.
No te disgustes si en un último momento
descubres que esta guerra solo la gana
la tierra.
(Autora del poema: Mayte Llera)
© del poema: t0V9WG24G0J3xpX7
(Prohibida la reproducción total o parcial del poema fuera de la web Flickr)