Jesús Nicolás Sánchez
Gorrionas de relax
No me fue posible meter a todas estas coquetas en el encuadre; cuando la hembra a foco miraba a cámara alguna de las otras me daba la nuca, y si no alguna se movía y sacaba parte de su cuerpo fuera del encuadre. Al final me he decidido por esta en la que la gorriona común (Passer domesticus) de la derecha tuvo a mal dejar fuera un trozo de su cola. En fin, mala suerte. No me sería difícil clonar una tira a la derecha y añadirle un final de cola, pero se queda así por insolidaria. El caso es que después de cuatro fotos sacando a los galanes en solitario y hablando al mismo tiempo de que se concentraban en decenas y decenas de ellos no me ha quedado más remedio que mostrar alguna foto que lo atestiguará, y a ser posible de ellas, para compensar. El posadero como podéis suponer no es puesto por mí, sino que es una de las ramillas que emergían del amasijo de ramas procedentes de las podas, y en donde ya comenté que se refugiaban de los ataques del gavilán.
Gorrionas de relax
No me fue posible meter a todas estas coquetas en el encuadre; cuando la hembra a foco miraba a cámara alguna de las otras me daba la nuca, y si no alguna se movía y sacaba parte de su cuerpo fuera del encuadre. Al final me he decidido por esta en la que la gorriona común (Passer domesticus) de la derecha tuvo a mal dejar fuera un trozo de su cola. En fin, mala suerte. No me sería difícil clonar una tira a la derecha y añadirle un final de cola, pero se queda así por insolidaria. El caso es que después de cuatro fotos sacando a los galanes en solitario y hablando al mismo tiempo de que se concentraban en decenas y decenas de ellos no me ha quedado más remedio que mostrar alguna foto que lo atestiguará, y a ser posible de ellas, para compensar. El posadero como podéis suponer no es puesto por mí, sino que es una de las ramillas que emergían del amasijo de ramas procedentes de las podas, y en donde ya comenté que se refugiaban de los ataques del gavilán.