Jesús Nicolás Sánchez
Cernícalo primilla, macho (II)
Hacer fotos en hides comerciales tiene sus ventajas evidentes, es algo que no se puede negar. En general en ellos tienes asegurada una especie sin mayores problemas que los de desplazarte hasta el lugar y abonar lo que corresponda. Pero en ocasiones también presenta sus inconvenientes. Para mí el principal es que dependes del buen hacer de quien lo gestiona y eso en algunas ocasiones es mejorable. Aunque fondos y luces suelen ser adecuados (y aún así no siempre), con el tema de los posaderos en el caso de las aves pequeñas la cosa cambia. Para mí, que es fundamental este punto, creo que los posaderos se deberían sustituir a diario, y proponer uno diferente para cada cliente. Esto, que es obviamente difícil de manejar, no se hace nunca, a pesar de que si una empresa o asociación lo hiciera aportaría una marca de calidad a sus hides que la diferenciaría del resto, adquiriendo un prestigio que no tendría la competencia:
- Con nosotros no solo te llevarás buenas fotos de X especies, sino que, además, serán distintas a las del resto de fotógrafos que vengan; tus fotos serán exclusivas.
Soy consciente de que no siempre es posible hacer esto, y el caso más evidente puede ser el de las grandes rapaces, por ejemplo, pues es imposible cambiar los grandes árboles o ramas que se utilizan como perchas (y menos aún a diario). Pero en aves pequeñas ... no tiene discusión.
Este macho de cernícalo primilla (Falco naumanni) corresponde, como ya indiqué en mi anterior foto de una hembra (subida a mi archivo pero no a PhotoNature), al estreno de mi 500 mm hace ahora once años. Y qué mejor manera de estrenarlo que ir a unos hides comerciales y probarlo directamente, sin complicaciones. En esta ocasión tampoco resultaba sencillo sustituir el posadero -a pesar de ser para una pequeña ave y una rama sencilla de cambiar- al tratarse de un tejado particular al que se puede tener limitado el acceso para no provocar goteras; pero con seguridad habrá otros muchos fotógrafos que tengan esta misma fotografía, dejando aparte, además, que la propia rama es poco agraciada. Para mí, esto es un problema.
El macho de esta especie es una preciosidad con unos ojos rodeados de amarillo intenso y con unas curiosas uñas blancas, a diferencia de las negras que muestra su pariente más cercano, el cernícalo vulgar, que de vulgar no tiene nada (que manía con usar este apellido para algunos animales). Aunque la foto para mí tiene sus "peros", tenía ganas de tener a esta especie representada en mi galería. Espero que os guste.
Cernícalo primilla, macho (II)
Hacer fotos en hides comerciales tiene sus ventajas evidentes, es algo que no se puede negar. En general en ellos tienes asegurada una especie sin mayores problemas que los de desplazarte hasta el lugar y abonar lo que corresponda. Pero en ocasiones también presenta sus inconvenientes. Para mí el principal es que dependes del buen hacer de quien lo gestiona y eso en algunas ocasiones es mejorable. Aunque fondos y luces suelen ser adecuados (y aún así no siempre), con el tema de los posaderos en el caso de las aves pequeñas la cosa cambia. Para mí, que es fundamental este punto, creo que los posaderos se deberían sustituir a diario, y proponer uno diferente para cada cliente. Esto, que es obviamente difícil de manejar, no se hace nunca, a pesar de que si una empresa o asociación lo hiciera aportaría una marca de calidad a sus hides que la diferenciaría del resto, adquiriendo un prestigio que no tendría la competencia:
- Con nosotros no solo te llevarás buenas fotos de X especies, sino que, además, serán distintas a las del resto de fotógrafos que vengan; tus fotos serán exclusivas.
Soy consciente de que no siempre es posible hacer esto, y el caso más evidente puede ser el de las grandes rapaces, por ejemplo, pues es imposible cambiar los grandes árboles o ramas que se utilizan como perchas (y menos aún a diario). Pero en aves pequeñas ... no tiene discusión.
Este macho de cernícalo primilla (Falco naumanni) corresponde, como ya indiqué en mi anterior foto de una hembra (subida a mi archivo pero no a PhotoNature), al estreno de mi 500 mm hace ahora once años. Y qué mejor manera de estrenarlo que ir a unos hides comerciales y probarlo directamente, sin complicaciones. En esta ocasión tampoco resultaba sencillo sustituir el posadero -a pesar de ser para una pequeña ave y una rama sencilla de cambiar- al tratarse de un tejado particular al que se puede tener limitado el acceso para no provocar goteras; pero con seguridad habrá otros muchos fotógrafos que tengan esta misma fotografía, dejando aparte, además, que la propia rama es poco agraciada. Para mí, esto es un problema.
El macho de esta especie es una preciosidad con unos ojos rodeados de amarillo intenso y con unas curiosas uñas blancas, a diferencia de las negras que muestra su pariente más cercano, el cernícalo vulgar, que de vulgar no tiene nada (que manía con usar este apellido para algunos animales). Aunque la foto para mí tiene sus "peros", tenía ganas de tener a esta especie representada en mi galería. Espero que os guste.