Mundo helado, I

Cambio de nuevo radicalmente de temática y registro y subo esta imagen tomada con el móvil. Hoy en día da gusto usar estas pequeñas maravillas por las que a veces, incluso, muy esporádicamente, hablamos por teléfono.

 

Tengo que reconocer que me cuesta llevar la cámara cuando estoy "bicheando" por la montaña concentrado en busca de huellas e indicios de fauna de pelo, y no precisamente de las amigables cabras monteses; no me riñáis, ¿vale?. Es una cuestión práctica, simplemente de concentración, o estoy a una cosa o estoy a otra, mis neuronas no dan para más; jejeje, no puedo hacer dos cosas a la vez, ya sabéis chicas. Con las manos en los bolsillos se puede estar mucho más pendiente del suelo, de realizar transectos mucho más largos, de abandonar los senderos y meterse campo a través cual jabalí en el monte. En una de esas jornadas mi mujer y yo nos abstrajimos durante mucho rato, saltando de charco congelado en charco congelado, buscando detalles increíbles como este. No es más que hielo en el suelo, repleto de burbujas de aire congeladas, atrapadas, una pradera tapizada de agua solidificada con mil y una formas y figuras, a cual más llamativa, extraña o atractiva. Líneas rectas, curvas, tonos, superficies esmeriladas, opacas, transparentes,...

 

Espero que os guste esta serie tanto como a mí. Un saludo a todos.

Done