Antonio Ventaja
Virgen con el Niño entre san Pedro y san Pablo (1490). Vincenzo Frediani. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Las diferentes figuras están dispuestas en la escena siguiendo el formato de la llamada 'Sacra Conversazione', una de las tipologías iconográficas nacidas en el Renacimiento italiano que tuvieron más éxito y difusión en toda Europa. En esta tipo de obras se nos presenta siempre la Virgen y el niño en el centro, elevados a menudo sobre un trono, acompañados a ambos lados por uno o más santos y, a veces, por uno o más donantes. Las figuras sagradas no muestran una posición rígida ni hierática, sino que aparecen distendidas ya menudo estableciendo tímidos vínculos entre ellas, ya sea a través de inclinaciones o de un sutil contacto visual, como si estuvieran manteniendo una conversación pausada y serena.
La obra está atribuida a Vincenzo Frediani, un pintor renacentista de la ciudad toscana de Lucca, documentado entre 1476 y 1505. Su estilo está muy influenciado por los últimos pintores florentinos del Quattrocento, especialmente Domenico Ghirlandaio y Filippino Lippi, que estuvieron trabajando en Lucca a finales del siglo XV. Esta influencia es muy evidente en la tabla que presentamos. Así, el espacio donde se ambienta la escena y las figuras de los dos santos presentan numerosas similitudes con la Sacra Conversazione que Domenico Ghirlandaio pintó para la catedral de Lucca. Por otra parte, el perfil y la estética de la figura de la Virgen son muy cercanas a la tipología de Madonna pintadas por Filippino Lippi.
Vincenzo Frediani es un modelo de equilibrio compositivo y de armonía cromática que preconiza el paso del Quattrocento al Cinquecento.
Virgen con el Niño entre san Pedro y san Pablo (1490). Vincenzo Frediani. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Las diferentes figuras están dispuestas en la escena siguiendo el formato de la llamada 'Sacra Conversazione', una de las tipologías iconográficas nacidas en el Renacimiento italiano que tuvieron más éxito y difusión en toda Europa. En esta tipo de obras se nos presenta siempre la Virgen y el niño en el centro, elevados a menudo sobre un trono, acompañados a ambos lados por uno o más santos y, a veces, por uno o más donantes. Las figuras sagradas no muestran una posición rígida ni hierática, sino que aparecen distendidas ya menudo estableciendo tímidos vínculos entre ellas, ya sea a través de inclinaciones o de un sutil contacto visual, como si estuvieran manteniendo una conversación pausada y serena.
La obra está atribuida a Vincenzo Frediani, un pintor renacentista de la ciudad toscana de Lucca, documentado entre 1476 y 1505. Su estilo está muy influenciado por los últimos pintores florentinos del Quattrocento, especialmente Domenico Ghirlandaio y Filippino Lippi, que estuvieron trabajando en Lucca a finales del siglo XV. Esta influencia es muy evidente en la tabla que presentamos. Así, el espacio donde se ambienta la escena y las figuras de los dos santos presentan numerosas similitudes con la Sacra Conversazione que Domenico Ghirlandaio pintó para la catedral de Lucca. Por otra parte, el perfil y la estética de la figura de la Virgen son muy cercanas a la tipología de Madonna pintadas por Filippino Lippi.
Vincenzo Frediani es un modelo de equilibrio compositivo y de armonía cromática que preconiza el paso del Quattrocento al Cinquecento.