Back to photostream

_

Contra lo que predican los moralistas y los necios, se puede ser humilde y orgulloso a la vez. Es una cuestión de justa medida, de saber quién es uno y dónde está, de no engañarse con respecto a sí mismo ni a los demás. La humildad es conciencia de bajeza e inferioridad; el orgullo es el exceso en la estimación propia y en la consideración de lo que uno ha hecho. Pero uno sabe que en ciertas cosas es mucho mejor que otros, mientras que en otras no les llega ni a la suela de los zapatos a otros que son mucho mejores. ¿Cómo no sentirse orgulloso ante un mequetrefe que preside una comunidad autónoma y se cree Gengis Khan? ¿Y cómo no sentirse humilde ante un aforismo de Lichtenberg o de Canetti? Una de las cosas más difíciles de la vida es saber vivir con orgullo cuando es merecido y justo, y con humildad cuando estamos ante gente que sabe hacer las cosas mejor que nosotros. Pero lo que vemos es todo lo contrario: gente que trata con orgullo a quien no es más que un pobre diablo que merece nuestra compasión, y gente que se humilla ante un miserable sólo porque es poderoso.

(Canciones gitanas, pág. 45) Eduardo Jordá

 

 

3,687 views
207 faves
9 comments
Uploaded on May 29, 2020