_Moments_
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El rey de Prusia (Federico II) dispuso en su testamento que deseaba ser enterrado junto a su perro. El autor de la Histoire secrète dice: "Telle est la dernière marque de mépris qu'il a jugé à propos de donner aux hommes". (Tal es la última muestra de desprecio que juzgó conveniente dar a los hombres.) La disposición no fue cumplida.
Georg Christoph Lichtenberg
Así como el papel moneda circula en vez de dinero, asimismo, en vez de la estimación y amistad verdaderas, son sus demostraciones y sus simulaciones las que andan por el mundo. Se pudiera, es cierto, preguntarse si hay verdaderamente gentes que merecen la estimación y la amistad sinceras. Sea como quiera, tengo más confianza en un perro cuando mueve la cola, que en todas estas demostraciones.
(Parerga y paralipomena) Arthur Schopenhauer
Y al fin y al cabo la verdad es que me gusta estar solo, al fin y al cabo no me siento solitario ni tampoco sufro por ello, aunque mi hermana intente convencerme continuamente de que sufro por ello me siento feliz de estar solo, sé lo que tengo con ello, observo a los otros que no tienen esa soledad, que no pueden permitírsela, la desean durante toda la vida pero no pueden tenerla. La gente tiene perro y es dominada por ese perro, e incluso Schopenhauer, en definitiva, no fue dominado en verdad por su mente sino por su perro... Los hombres quieren a los animales porque ni siquiera son capaces de amarse a sí mismos. Los que son más innobles en el fondo de su alma tienen perros y se dejan tiranizar y, finalmente, destruir por esos perros. Colocan el perro en el primer lugar y el más alto de su hipocresía, que en fin de cuentas es un peligro público. Preferirían salvar a su perro de la guillotina que a Voltaire. La masa está en favor del perro, porque en su fuero más interno ni siquiera quiere realizar el esfuerzo de estar sola, lo que realmente presupone grandeza de alma, yo no soy la masa, durante toda mi vida he estado contra la masa y no estoy a favor del perro... La pregunta no puede ser, tengo un perro o no tengo un perro, partiendo de mi mente no estoy en absoluto en condiciones de tener un perro, que además, como me consta, hay que cuidar y atender de forma intensa, como a cualquier ser humano, que hay que cuidar y atender más de lo que yo mismo exijo, pero la humanidad, incluidas todas las partes del mundo, no encuentran nada raro en cuidar más y atender mejor a los perros que a sus semejantes, en efecto, cuida más y atiende mejor todos esos miles de millones de casos de perros que a ella misma. Me permito calificar un mundo así de perverso y en el más alto grado inhumano y totalmente loco. Si estoy aquí, el perro está también allá, si estoy allá, el perro está también allá. Si el perro tiene que salir, tengo que salir con el perro, etcétera.
(Hormigón) Thomas Bernhard
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama a sus perros más que a los hombres.
Aldous Huxley
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El rey de Prusia (Federico II) dispuso en su testamento que deseaba ser enterrado junto a su perro. El autor de la Histoire secrète dice: "Telle est la dernière marque de mépris qu'il a jugé à propos de donner aux hommes". (Tal es la última muestra de desprecio que juzgó conveniente dar a los hombres.) La disposición no fue cumplida.
Georg Christoph Lichtenberg
Así como el papel moneda circula en vez de dinero, asimismo, en vez de la estimación y amistad verdaderas, son sus demostraciones y sus simulaciones las que andan por el mundo. Se pudiera, es cierto, preguntarse si hay verdaderamente gentes que merecen la estimación y la amistad sinceras. Sea como quiera, tengo más confianza en un perro cuando mueve la cola, que en todas estas demostraciones.
(Parerga y paralipomena) Arthur Schopenhauer
Y al fin y al cabo la verdad es que me gusta estar solo, al fin y al cabo no me siento solitario ni tampoco sufro por ello, aunque mi hermana intente convencerme continuamente de que sufro por ello me siento feliz de estar solo, sé lo que tengo con ello, observo a los otros que no tienen esa soledad, que no pueden permitírsela, la desean durante toda la vida pero no pueden tenerla. La gente tiene perro y es dominada por ese perro, e incluso Schopenhauer, en definitiva, no fue dominado en verdad por su mente sino por su perro... Los hombres quieren a los animales porque ni siquiera son capaces de amarse a sí mismos. Los que son más innobles en el fondo de su alma tienen perros y se dejan tiranizar y, finalmente, destruir por esos perros. Colocan el perro en el primer lugar y el más alto de su hipocresía, que en fin de cuentas es un peligro público. Preferirían salvar a su perro de la guillotina que a Voltaire. La masa está en favor del perro, porque en su fuero más interno ni siquiera quiere realizar el esfuerzo de estar sola, lo que realmente presupone grandeza de alma, yo no soy la masa, durante toda mi vida he estado contra la masa y no estoy a favor del perro... La pregunta no puede ser, tengo un perro o no tengo un perro, partiendo de mi mente no estoy en absoluto en condiciones de tener un perro, que además, como me consta, hay que cuidar y atender de forma intensa, como a cualquier ser humano, que hay que cuidar y atender más de lo que yo mismo exijo, pero la humanidad, incluidas todas las partes del mundo, no encuentran nada raro en cuidar más y atender mejor a los perros que a sus semejantes, en efecto, cuida más y atiende mejor todos esos miles de millones de casos de perros que a ella misma. Me permito calificar un mundo así de perverso y en el más alto grado inhumano y totalmente loco. Si estoy aquí, el perro está también allá, si estoy allá, el perro está también allá. Si el perro tiene que salir, tengo que salir con el perro, etcétera.
(Hormigón) Thomas Bernhard
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama a sus perros más que a los hombres.
Aldous Huxley