_Moments_
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Me alegro por Guiliarovski. Es un buen hombre, no exento de ingenio, pero literalmente inculto. Tiene una pasión por los lugares comunes, por las palabras y las descripciones altiso-nantes y cree que esos ornamentos son indispensables. Siente la belleza en las obras ajenas, sabe que el primero y principal atractivo de un cuento es la sencillez y la sinceridad, pero en sus propios cuentos no puede ser sincero y sencillo: carece de valor. Se asemeja a esos creyentes que no se atreven a rezar a Dios en ruso, y lo hacen en eslavo eclesiástico, aun sabiendo que el ruso está más cerca de la verdad y del corazón.
(A Alekséi Pleschéiev, Sumi, 5 de julio de 1888) Antón P. Chéjov
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Me alegro por Guiliarovski. Es un buen hombre, no exento de ingenio, pero literalmente inculto. Tiene una pasión por los lugares comunes, por las palabras y las descripciones altiso-nantes y cree que esos ornamentos son indispensables. Siente la belleza en las obras ajenas, sabe que el primero y principal atractivo de un cuento es la sencillez y la sinceridad, pero en sus propios cuentos no puede ser sincero y sencillo: carece de valor. Se asemeja a esos creyentes que no se atreven a rezar a Dios en ruso, y lo hacen en eslavo eclesiástico, aun sabiendo que el ruso está más cerca de la verdad y del corazón.
(A Alekséi Pleschéiev, Sumi, 5 de julio de 1888) Antón P. Chéjov