_Moments_
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El hombre no es por naturaleza ni bueno ni malo, sólo estúpido. La estabilidad de la sociedad no se basa en sentimientos morales, sino en el uso inteligente de la vanidad. Para tal fin se introducen los pecados y sus sutiles estratagemas: las virtudes. Las virtudes son intentos, vinculados a un tiempo y a un lugar, de amoldarse al egoísmo irracional que es atemporal. En resumidas cuentas, la sociedad no se basa en el espíritu comunitario, sino en una estupidez antisocial elevada, por medio de un ardid, a la categoría de norma suprema. La cultura es egoísmo hecho cultura. La sociedad es un subproducto de unos actos fundamentalmente antisociales.
Si el ser humano hubiese estado dotado de un amor instintivo hacia el prójimo, no habría guerras. Y si hubiese conservado su simplicidad primitiva, nunca se habría convertido en un ser social.
(Enciclopedia de la estupidez, págs. 135 y 136) Matthijs van Boxsel
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El hombre no es por naturaleza ni bueno ni malo, sólo estúpido. La estabilidad de la sociedad no se basa en sentimientos morales, sino en el uso inteligente de la vanidad. Para tal fin se introducen los pecados y sus sutiles estratagemas: las virtudes. Las virtudes son intentos, vinculados a un tiempo y a un lugar, de amoldarse al egoísmo irracional que es atemporal. En resumidas cuentas, la sociedad no se basa en el espíritu comunitario, sino en una estupidez antisocial elevada, por medio de un ardid, a la categoría de norma suprema. La cultura es egoísmo hecho cultura. La sociedad es un subproducto de unos actos fundamentalmente antisociales.
Si el ser humano hubiese estado dotado de un amor instintivo hacia el prójimo, no habría guerras. Y si hubiese conservado su simplicidad primitiva, nunca se habría convertido en un ser social.
(Enciclopedia de la estupidez, págs. 135 y 136) Matthijs van Boxsel