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¿Has encontrado la senda de ser purificado y de entrar en el reino de los cielos?
Muchos católicos creen que con que a menudo hagamos buenas obras, ayudemos a los pobres, apoyemos a los débiles, participemos en trabajos voluntarios y demos limosna, etc., cuanto más hagamos por estos métodos, más nos aprobará el Señor, al final podremos entrar en el reino de los cielos.
Pero aunque tenemos buenas acciones en el exterior, aún no podemos evitar pecar y confesar y estamos atados y controlados por el pecado sin ser capaces de escapar de él. El Señor dice: “[…] Santos seréis, pues, porque yo soy santo” (Levítico 11:45).
“Antes de que el hombre fuera redimido, muchos de los venenos de Satanás ya habían sido plantados en su interior, y, después de miles de años de ser corrompido por Satanás, el hombre ya tiene dentro de sí una naturaleza establecida que se resiste a Dios. Por tanto, cuando el hombre ha sido redimido, no se trata más que de un caso de redención en el que se le ha comprado por un alto precio, pero la naturaleza venenosa que existe en su interior no se ha eliminado. El hombre que está tan contaminado debe pasar por un cambio antes de volverse digno de servir a Dios”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
Dios es santo, pero estamos llenos de toxinas satánicas dentro de nosotros, bajo el control de ellas, todavía podemos odiar y envidiar a otros, también mentir y engañar a los demás y a Dios por intereses, buscar la vanidad y seguir las tendencias del mundo, y así sucesivamente. Estamos llenos de inmundicia y no hemos alcanzado la purificación, así que no estamos calificados para entrar en el reino del Señor. Entonces, ¿qué debemos hacer para lograr la purificación del pecado y entrar en el reino de los cielos?
Ver más haga clic aquí: ¿Qué es el arrepentimiento?
Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.
¿Has encontrado la senda de ser purificado y de entrar en el reino de los cielos?
Muchos católicos creen que con que a menudo hagamos buenas obras, ayudemos a los pobres, apoyemos a los débiles, participemos en trabajos voluntarios y demos limosna, etc., cuanto más hagamos por estos métodos, más nos aprobará el Señor, al final podremos entrar en el reino de los cielos.
Pero aunque tenemos buenas acciones en el exterior, aún no podemos evitar pecar y confesar y estamos atados y controlados por el pecado sin ser capaces de escapar de él. El Señor dice: “[…] Santos seréis, pues, porque yo soy santo” (Levítico 11:45).
“Antes de que el hombre fuera redimido, muchos de los venenos de Satanás ya habían sido plantados en su interior, y, después de miles de años de ser corrompido por Satanás, el hombre ya tiene dentro de sí una naturaleza establecida que se resiste a Dios. Por tanto, cuando el hombre ha sido redimido, no se trata más que de un caso de redención en el que se le ha comprado por un alto precio, pero la naturaleza venenosa que existe en su interior no se ha eliminado. El hombre que está tan contaminado debe pasar por un cambio antes de volverse digno de servir a Dios”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
Dios es santo, pero estamos llenos de toxinas satánicas dentro de nosotros, bajo el control de ellas, todavía podemos odiar y envidiar a otros, también mentir y engañar a los demás y a Dios por intereses, buscar la vanidad y seguir las tendencias del mundo, y así sucesivamente. Estamos llenos de inmundicia y no hemos alcanzado la purificación, así que no estamos calificados para entrar en el reino del Señor. Entonces, ¿qué debemos hacer para lograr la purificación del pecado y entrar en el reino de los cielos?
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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.