a.venicioarmin
We meet again, shadow walker!!! You know, today I understand you much more than some time ago, when in some similar place, we met for the first time. You must be used to visualize souls in sorrow, who lost their way and succumbed, in the hands of anguish
We meet again, shadow walker!!!
You know, today I understand you much more than some time ago, when in some similar place, we met for the first time.
You must be used to visualize souls in sorrow, who lost their way and succumbed, in the hands of anguish and loneliness.
Believe me, I don't envy your work. But this time, I would like to think that you hear the prayers. I am also almost certain, that the sorrows are not so different in those who come to you. How many, before their departures, used words like helplessness or frustration.
I will join that army of the unheard, but fully aware that they are very similar or were, when their strength left them. I ask you to pretend to listen to me, but I will not be one more member of that army, walking in the footsteps of the vanquished, I only know, and I am convinced of it, that it is a bad time, nothing more.
I will not deny that I remain drowned in my impotence and frustration. It would seem that everything I was is gone. I observe the world as a kind of big stage where the functions, the acts, are continuous, only the actors change, but the common thread is the tragedy. Like a kind of permanent nightmare, one of those that you want to escape and you can't run, nor wake up. The isolation is almost undetectable; you only notice it when it is almost too late.
I would like to believe that the absences are only their fault, the others, but it is not so, at least in a whole. There is a lot of oneself that one does not manage to embrace, that is what is not perceived while in seclusion. Perhaps those who saw me as a kind of all-terrain character, were frightened or simply did not recognize the one who presented himself to them as someone so different. You know, those fortuitous encounters, where empty things are said, how are you? It's been a long time, when we met for a few drinks, you look good, I'm glad of this meeting, I'll call you back, .......
But that was not my attitude when some of my close ones went through those same labyrinths. On the contrary, I was there, more than ever and ready to help.
I only have my fantasy left, but even it abandoned me. Friends who are no longer friends, parents who have died, pseudo admirers of those who, at my first stumble, run away, so as not to be reached by that state.
Like those despicable beings who, on a corner, stop their cars waiting for the green light, and a homeless person approaches them to ask for a ticket. They roll down their tinted windows, just a little, to pass them low-numbered bills. But there is nothing dignified about this act, it is just a kind of self-proclaimed sanctification. Indifference and apathy are symptoms of this new society. I have always thought that not seeing the other in misfortune, giving them a miserable alms does not honor its meaning, which comes from Latin and means "mercy" which in turn means: the willingness to sympathize with the sufferings and miseries of others.
Undoubtedly, what I am writing is directly related to the political acts, which, in my country, unfortunately, put as president a sinister character. Whose only purpose, beyond his incredible distance from reality (literally) submits the people to the absolute loss of their rights and to planned poverty, raising banners of freedom (whose meaning "is the possibility of acting of one's own free will") I wonder, how can one exercise free will, when millions of people eat only once a day, in the best of cases?
It was not my intention, when I began to write such a story, to get at the political reality of my country.
But there must be, and no doubt there is, that much of my drowning, is related to the events of these last almost, 6 months.
There is a phrase that says that one's problem is only the problem of the person who suffers from it. I'm not sure that's exactly how I wrote it. But it gives me a pass to ask myself another question:
In case my problem is major, does that exclude myself, in thinking of those who suffer major problems?
The answer is NO.
But let us make an act of collective conscience. Do we not go on with our lives, knowing that Palestine is being massacred with impunity? Do we not go on with our lives knowing that a large part of Africa, since time immemorial, has been subjected to hunger and disease?
Much closer to home, do we walk in front of homeless people, avoiding their gaze?
The list is endless.
There will be walls that separate us from what we do not want to see, but every day they must be higher and thicker. It is inevitable that they will fall because of the thundering of the voices we do not want to hear today.
¡Nos volvemos a encontrar, caminante de las sombras!!
¿Sabes? Hoy te comprendo mucho más que hace un tiempo, cuando en algún lugar similar, nos vimos por primera vez.
Estarás acostumbrado a visualizar almas en pena, que perdieron su rumbo y sucumbieron, en manos de la angustia y la soledad.
Créeme, no envidio tu trabajo. Pero esta vez, desearía, pensar que escuchas las plegarias. También estoy casi seguro, que las penas no son tan diferentes en aquellos que acuden a vos. Cuantos, antes de sus partidas, usaron palabras como impotencia o frustración.
Me uniré a ese ejercito de los no escuchados, pero plenamente consciente que ellos son muy similares o fueron, cuando sus fuerzas, los abandono. Te pido que hagas como si me escucharas, pero no seré un miembro más de ese ejército, transitando los pasos de los vencidos, solo sé, y estoy convencido de ello, que es un mal momento, nada más.
No negaré que permanezco ahogado en mi impotencia y frustración. Parecería que todo lo que fui ya no está. Observo el mundo como una especie de gran escenario donde las funciones, los actos, son continuados, solo cambian los actores, pero el hilo conductor es la tragedia. Como una especie de pesadilla permanente, de esas que deseas escapar y no logras correr, ni despertar. Es casi imperceptible el aislamiento, solo lo notas cuando ya casi es tarde. Desearía creer que las ausencias son solamente culpa de ellos, los demás, pero no es así, por lo menos en un todo. Hay mucho de uno mismo, que no logra abarcar, que es lo que no se percibe mientras sucede la reclusión. Tal vez aquellos que me veían como una especie de personaje todo terreno, se asustaron o simplemente no reconocían aquel que se les presento, como alguien tan diferente. Ya saben, esos encuentros fortuitos, donde se dicen cosas vacías de contenido, ¿cómo estás? Tanto tiempo, cuando nos reunimos a tomar unas copas?, te veo bien, me alegro de este encuentro, ya te llamaré,……
Pero no fue esa mi actitud cuando a alguno de mis seres cercanos, pasaron por esos mismos laberintos. Por lo contrario, allí estuve, más que nunca y listo para ayudar.
Solamente me queda mi fantasía, pero hasta ella me abandono. Amigos que ya no lo son, padres que han muerto, seudos admiradores de esos que, ante mi primer tropiezo, huyen, para no ser alcanzados por ese estado.
Como esos seres despreciables que, en una esquina, detienen sus autos en espera del semáforo verde, y se acerca un indigente a pedirles un billete. Bajan sus ventanillas polarizadas, solo un poco, para pasarles billetes de baja numeración. Pero no hay nada de digno en ese acto es solo una especie de santificación autoproclamada. La indiferencia y la apatía, son síntomas de esta nueva sociedad. Siempre he pensado que el no ver al otro en desgracia, dándoles una miserable limosna no hace honor a su significado, que deviene del latín y significa “misericordia” que a su vez significa: la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas.
Sin duda que lo que escribo, tiene relación directa con los actos políticos, que, en mi país, lamentablemente, puso como presidente a un personaje siniestro. Cuyo único fin, más allá de su increíble lejanía de la realidad(literalmente) somete al pueblo a la perdida absoluta de sus derechos y a la pobreza planificada, levantando banderas de la libertad (cuya significación “es la posibilidad de actuar por voluntad propia”) me pregunto, ¿cómo se puede ejercer voluntad propia, cuando millones de personas comen una sola vez al día, en el mejor de los casos?
No era mi intención, cuando comencé a escribir dicho relato, llegar a la realidad política de mi país.
Pero debe haber, y sin duda lo hay, que mucho de mi ahogo, está relacionado a los hechos de estos últimos casi, 6 meses.
Hay una frase que dice que el problema de uno es solo de la persona que lo sufre. No estoy seguro que sea exactamente como lo escribí. Pero me da el pase para hacerme otra pregunta:
En caso que mi problema sea importante, ¿eso me auto excluye, en pensar en aquellos que sufren problemas mayores?
La respuesta es NO.
Pero hagamos un acto de conciencia colectiva. No seguimos con nuestras vidas, ¿sabiendo que Palestina está siendo masacrada impunemente? ¿No seguimos con nuestras vidas sabiendo que gran parte de África, desde tiempos eternos, está sometida al hambre y las enfermedades?
Algo mucho más cercano, ¿caminamos frente a personas en situación de calle, evadiendo sus miradas?
La lista es interminable.
Habrá muros que nos separen de aquello que no queremos ver, pero cada día deberán ser más altos y más gruesos. Es inevitable que los mismos, caigan por el tronar de las voces que hoy no queremos escuchar.
We meet again, shadow walker!!! You know, today I understand you much more than some time ago, when in some similar place, we met for the first time. You must be used to visualize souls in sorrow, who lost their way and succumbed, in the hands of anguish
We meet again, shadow walker!!!
You know, today I understand you much more than some time ago, when in some similar place, we met for the first time.
You must be used to visualize souls in sorrow, who lost their way and succumbed, in the hands of anguish and loneliness.
Believe me, I don't envy your work. But this time, I would like to think that you hear the prayers. I am also almost certain, that the sorrows are not so different in those who come to you. How many, before their departures, used words like helplessness or frustration.
I will join that army of the unheard, but fully aware that they are very similar or were, when their strength left them. I ask you to pretend to listen to me, but I will not be one more member of that army, walking in the footsteps of the vanquished, I only know, and I am convinced of it, that it is a bad time, nothing more.
I will not deny that I remain drowned in my impotence and frustration. It would seem that everything I was is gone. I observe the world as a kind of big stage where the functions, the acts, are continuous, only the actors change, but the common thread is the tragedy. Like a kind of permanent nightmare, one of those that you want to escape and you can't run, nor wake up. The isolation is almost undetectable; you only notice it when it is almost too late.
I would like to believe that the absences are only their fault, the others, but it is not so, at least in a whole. There is a lot of oneself that one does not manage to embrace, that is what is not perceived while in seclusion. Perhaps those who saw me as a kind of all-terrain character, were frightened or simply did not recognize the one who presented himself to them as someone so different. You know, those fortuitous encounters, where empty things are said, how are you? It's been a long time, when we met for a few drinks, you look good, I'm glad of this meeting, I'll call you back, .......
But that was not my attitude when some of my close ones went through those same labyrinths. On the contrary, I was there, more than ever and ready to help.
I only have my fantasy left, but even it abandoned me. Friends who are no longer friends, parents who have died, pseudo admirers of those who, at my first stumble, run away, so as not to be reached by that state.
Like those despicable beings who, on a corner, stop their cars waiting for the green light, and a homeless person approaches them to ask for a ticket. They roll down their tinted windows, just a little, to pass them low-numbered bills. But there is nothing dignified about this act, it is just a kind of self-proclaimed sanctification. Indifference and apathy are symptoms of this new society. I have always thought that not seeing the other in misfortune, giving them a miserable alms does not honor its meaning, which comes from Latin and means "mercy" which in turn means: the willingness to sympathize with the sufferings and miseries of others.
Undoubtedly, what I am writing is directly related to the political acts, which, in my country, unfortunately, put as president a sinister character. Whose only purpose, beyond his incredible distance from reality (literally) submits the people to the absolute loss of their rights and to planned poverty, raising banners of freedom (whose meaning "is the possibility of acting of one's own free will") I wonder, how can one exercise free will, when millions of people eat only once a day, in the best of cases?
It was not my intention, when I began to write such a story, to get at the political reality of my country.
But there must be, and no doubt there is, that much of my drowning, is related to the events of these last almost, 6 months.
There is a phrase that says that one's problem is only the problem of the person who suffers from it. I'm not sure that's exactly how I wrote it. But it gives me a pass to ask myself another question:
In case my problem is major, does that exclude myself, in thinking of those who suffer major problems?
The answer is NO.
But let us make an act of collective conscience. Do we not go on with our lives, knowing that Palestine is being massacred with impunity? Do we not go on with our lives knowing that a large part of Africa, since time immemorial, has been subjected to hunger and disease?
Much closer to home, do we walk in front of homeless people, avoiding their gaze?
The list is endless.
There will be walls that separate us from what we do not want to see, but every day they must be higher and thicker. It is inevitable that they will fall because of the thundering of the voices we do not want to hear today.
¡Nos volvemos a encontrar, caminante de las sombras!!
¿Sabes? Hoy te comprendo mucho más que hace un tiempo, cuando en algún lugar similar, nos vimos por primera vez.
Estarás acostumbrado a visualizar almas en pena, que perdieron su rumbo y sucumbieron, en manos de la angustia y la soledad.
Créeme, no envidio tu trabajo. Pero esta vez, desearía, pensar que escuchas las plegarias. También estoy casi seguro, que las penas no son tan diferentes en aquellos que acuden a vos. Cuantos, antes de sus partidas, usaron palabras como impotencia o frustración.
Me uniré a ese ejercito de los no escuchados, pero plenamente consciente que ellos son muy similares o fueron, cuando sus fuerzas, los abandono. Te pido que hagas como si me escucharas, pero no seré un miembro más de ese ejército, transitando los pasos de los vencidos, solo sé, y estoy convencido de ello, que es un mal momento, nada más.
No negaré que permanezco ahogado en mi impotencia y frustración. Parecería que todo lo que fui ya no está. Observo el mundo como una especie de gran escenario donde las funciones, los actos, son continuados, solo cambian los actores, pero el hilo conductor es la tragedia. Como una especie de pesadilla permanente, de esas que deseas escapar y no logras correr, ni despertar. Es casi imperceptible el aislamiento, solo lo notas cuando ya casi es tarde. Desearía creer que las ausencias son solamente culpa de ellos, los demás, pero no es así, por lo menos en un todo. Hay mucho de uno mismo, que no logra abarcar, que es lo que no se percibe mientras sucede la reclusión. Tal vez aquellos que me veían como una especie de personaje todo terreno, se asustaron o simplemente no reconocían aquel que se les presento, como alguien tan diferente. Ya saben, esos encuentros fortuitos, donde se dicen cosas vacías de contenido, ¿cómo estás? Tanto tiempo, cuando nos reunimos a tomar unas copas?, te veo bien, me alegro de este encuentro, ya te llamaré,……
Pero no fue esa mi actitud cuando a alguno de mis seres cercanos, pasaron por esos mismos laberintos. Por lo contrario, allí estuve, más que nunca y listo para ayudar.
Solamente me queda mi fantasía, pero hasta ella me abandono. Amigos que ya no lo son, padres que han muerto, seudos admiradores de esos que, ante mi primer tropiezo, huyen, para no ser alcanzados por ese estado.
Como esos seres despreciables que, en una esquina, detienen sus autos en espera del semáforo verde, y se acerca un indigente a pedirles un billete. Bajan sus ventanillas polarizadas, solo un poco, para pasarles billetes de baja numeración. Pero no hay nada de digno en ese acto es solo una especie de santificación autoproclamada. La indiferencia y la apatía, son síntomas de esta nueva sociedad. Siempre he pensado que el no ver al otro en desgracia, dándoles una miserable limosna no hace honor a su significado, que deviene del latín y significa “misericordia” que a su vez significa: la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas.
Sin duda que lo que escribo, tiene relación directa con los actos políticos, que, en mi país, lamentablemente, puso como presidente a un personaje siniestro. Cuyo único fin, más allá de su increíble lejanía de la realidad(literalmente) somete al pueblo a la perdida absoluta de sus derechos y a la pobreza planificada, levantando banderas de la libertad (cuya significación “es la posibilidad de actuar por voluntad propia”) me pregunto, ¿cómo se puede ejercer voluntad propia, cuando millones de personas comen una sola vez al día, en el mejor de los casos?
No era mi intención, cuando comencé a escribir dicho relato, llegar a la realidad política de mi país.
Pero debe haber, y sin duda lo hay, que mucho de mi ahogo, está relacionado a los hechos de estos últimos casi, 6 meses.
Hay una frase que dice que el problema de uno es solo de la persona que lo sufre. No estoy seguro que sea exactamente como lo escribí. Pero me da el pase para hacerme otra pregunta:
En caso que mi problema sea importante, ¿eso me auto excluye, en pensar en aquellos que sufren problemas mayores?
La respuesta es NO.
Pero hagamos un acto de conciencia colectiva. No seguimos con nuestras vidas, ¿sabiendo que Palestina está siendo masacrada impunemente? ¿No seguimos con nuestras vidas sabiendo que gran parte de África, desde tiempos eternos, está sometida al hambre y las enfermedades?
Algo mucho más cercano, ¿caminamos frente a personas en situación de calle, evadiendo sus miradas?
La lista es interminable.
Habrá muros que nos separen de aquello que no queremos ver, pero cada día deberán ser más altos y más gruesos. Es inevitable que los mismos, caigan por el tronar de las voces que hoy no queremos escuchar.