_DSC8024_351
La plaza del Triunfo de la ciudad española de Sevilla se encuentra situada en el eje de un conjunto de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987: el Archivo General de Indias, el Real Alcázar de Sevilla y la catedral de Sevilla, España.
La actual Plaza del Triunfo de Sevilla, hasta el siglo XVIII, era la "Plazuela de la Lonja", en referencia al contiguo y actual Archivo de Indias. Pero, y desde el año 1755, se la conoce por su “victorioso” nombre. ¿Cuál fue el motivo del cambio de nombre? Más que el motivo, el principal responsable de su nueva denominación fue el terrible Terremoto de Lisboa.
El trágico 1 de noviembre de 1755, durante la celebración de la misa de Todos los Santos, se produjo el Terremoto de Lisboa de 1755, que se sintió no solo en la ciudad portuguesa, sino también en algunas ciudades españolas. La historia nos dice que los fieles salieron de la Catedral de Sevilla para terminar la misa en el exterior ante el miedo a un derrumbamiento, sin que se produjeran daños personales, y en ese lugar se levantó un templete al Triunfo.
_DSC8024_351
La plaza del Triunfo de la ciudad española de Sevilla se encuentra situada en el eje de un conjunto de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987: el Archivo General de Indias, el Real Alcázar de Sevilla y la catedral de Sevilla, España.
La actual Plaza del Triunfo de Sevilla, hasta el siglo XVIII, era la "Plazuela de la Lonja", en referencia al contiguo y actual Archivo de Indias. Pero, y desde el año 1755, se la conoce por su “victorioso” nombre. ¿Cuál fue el motivo del cambio de nombre? Más que el motivo, el principal responsable de su nueva denominación fue el terrible Terremoto de Lisboa.
El trágico 1 de noviembre de 1755, durante la celebración de la misa de Todos los Santos, se produjo el Terremoto de Lisboa de 1755, que se sintió no solo en la ciudad portuguesa, sino también en algunas ciudades españolas. La historia nos dice que los fieles salieron de la Catedral de Sevilla para terminar la misa en el exterior ante el miedo a un derrumbamiento, sin que se produjeran daños personales, y en ese lugar se levantó un templete al Triunfo.