yaotl_altan
"Un día"
(Hidalgo, México. Enero de 2019)
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Un día te das cuenta de tu pequeñez cuando todas las cosas te quedan lejos: el apagador de la luz, el lavabo, el shampú.
Un día recuerdas dicha pequeñez cuando le regalas un banquito a tu sobrino venezolano 🇻🇪 y te abraza diciéndote "Ahora soy poderoso porque alcanzo todo".
Un día te das cuenta de la dependencia hacia tus mayores.
Un día cabes parado en el coche, acostado en el asiento de atrás, y metido en el rincón de los zapatos.
Un día le preguntas a tu padre por qué escriben sobre las paredes y te responde que por una protesta estudiantil contra el gobierno.
Un día te das cuenta de que tu padre habla palabras que no son "el idioma de este país", sino del país de su padre.
Un día te das cuenta de que tu nombre proviene de uno de los muchos idiomas de este país, que no pudo borrar el español.
Un día te das cuenta de que tu padre participó en las manifestaciones estudiantiles de 1968 y que lo golpearon e hirieron por defender a un colega.
Un día te das cuenta de que tu padre es un trabajador íntegro e incorruptible de la empresa petrolera mexicana.
Un día quieres ser como tu padre.
Un día se te cae un diente y tu padre te regala un libro como compensación.
Un día te das cuenta de que tu padre y tu madre no merecían la saña del destino contra aquel bebé que un accidente se llevó.
Un día te das cuenta de que ya no cabes de pie dentro del coche, pero sí doblándote un poco en el asiento posterior.
Un día te dicen que serás alto como tu padre, pero con el alma y la tez morena de tu madre. ¿Será?
Un día se burlan de ti en la escuela porque escuchan a Iron Maiden y tú a Pavarotti por influencia de tu padre.
Un día le gustas a una niña porque te dice que eres diferente por escuchar a Pavarotti como su padre (además de Iron Maiden).
Un día tu padre y tu madre te llevan al aeropuerto a recibir a las parientas italianas, iniciando un intercambio epistolar de años de duración.
Un día te sientes feliz de que tu padre no sea de la capital para así poder conocer más pueblos del interior de México, su gente, su comida, su habla.
Un día recuerdas quién te enseñó a usar la pala cuando la gente te pregunta en qué momento aprendiste a plantar árboles con destreza.
Un día tu padre te regala un libro de ajedrez y su tablero para expandirte la mente con jugadas de alfiles, torres y caballos.
Un día te sientes Albert Einstein porque tu padre te motiva con un libro de dinosaurios y otro de ciencia al final del curso por tus buenas notas.
Un día de 1978 ves a tu padre leer un libro mientras bebe una taza de café.
Un día te ves a ti mismo regalando libros a colegues y sus hijes.
Un día ves a tu padre arreglando el coche, mientras tú te vas con tus tíos y tu abuelo al Estadio Olímpico Universitario México 68.
Un día eres feliz porque escuchas risas provenientes del cuarto de tu padre y de tu madre.
Un día recuerdas a tu padre cuando negocias con clientes del mundo tu tarifa de traducción y recuerdas sus palabras: "Vienen tiempos duros. Entre más te prepares, más probabilidades tendrás de sobrevivir".
Un día te das cuenta de que el mejor amigo de tu padre era y es su hermano.
Un día acabas con la frecuencia cardíaca como a 150 pulsaciones por minuto cuando acabas de ver el episodio "Metalhead" de la serie inglesa "Black Mirror" porque recuerdas las palabras de tu padre 35 años antes: "viene un futuro atroz". (Se quedó corto).
Un día te das cuenta de que tu padre vivió una fuerte violencia intrafamiliar derivada de los traumas de su padre, pero que él a ti jamás te golpeó de fea manera. Acaso 2 cachetazos.
Un día te das cuenta de que probablemente tu padre se moleste porque tiene que ir a hablar con el sacerdote italiano del colegio salesiano para arreglar una suspensión por haberte metido por la ventana del salón ya que la puerta estaba cerrada, que no pasa nada porque el padre de tu padre también era del Friuli-Venezia-Giulia al igual que el cura, y que ahora intercambias diálogos en italiano con él ante la admiración de algunas chicas del colegio.
Un día te sientes feliz porque sabes que tu padre venció la cisticercosis y múltiples operaciones en la cabeza.
Un día te desagrada tanto la opinión de tu padre sobre la Revolución Cubana, la RDA y la URSS que le espetas "ni pasaporte tienes".
Un día se muere la abuela materna y tu padre te dice: "sé fuerte porque esta es la primera vez que te enfrentas a la muerte con un ser tan amado".
Un día te das cuenta de que las horas se hacen largas, porque tú te ves a ti mismo en la ultra izquierda y a tu padre lo ves en la extrema derecha.
Un día le rebates a tu padre.
Un día ya no quieres ser como tu padre.
Un día sales a correr y recuerdas la molestia de tu padre en 1981 cuando le dijiste "ya no quiero ir a correr porque me regaña mucho el entrenador".
Un día te enteras de que tu padre tiene valores y no es corrupto cuando te advierte "no ocasiones problemas a nadie para no verme en la penosa necesidad de reprenderte públicamente en aras de tu aprendizaje".
Un día platicas de gramática con tu padre.
Un día un sobrino venezolano te pregunta si tienes padre.
Un día no recurres a lugares comunes como esparcir las cenizas de tu padre en el mar porque ni quiso ser cremado ni le gustaba el mar.
Un día lo entierras en presencia de amigues y familiares en su pueblo natal.
Un día recuerdas a tu sobrino venezolano preguntar "¿Tú quisieras ser mi papá?".
Un día escuchas "Mi viejo" de Piero y recuerdas a tu padre y al suegro de tu padre.
Un día recuerdas las palabras de la tarotera en 2009: "tus padres tendrán larga vida". ¿72 años es larga vida? No sé.
Un día te das cuenta de que no eres culpable de sentir ni de dejar de sentir por preferir a las mujeres de la familia.
Un día te das cuenta de que, aunque te consideras sólo un 2% católico, no se te han olvidado el Padre Nuestro ni el Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús Santa María madre de Dios ruega Señora por nosotrEs les pecadorxs ahora y en la hora de nuestra muerte amén. ¡Uff!
Un día te preguntas por qué si tu padre no se sentía católico le hicieron una ceremonia católica :)
Un día te das cuenta de que el balance de tu padre es positivo.
Un día te das cuenta de que sólo el amor del pueblo salva al pueblo.
Un día te das cuenta de que ves rota a la persona que te parió porque su compañero de vida por más de medio siglo ha dejado esta dimensión.
Un día te das cuenta de que la lucha que dejamos de hacer por el amor propio nadie la viene a hacer por nosotres.
Un día te das cuenta de que cuando muere el padre y la madre es como si muriese un pedazo de nosotres.
Un día te das cuenta de que cada día es una oportunidad de hacer la revolución personal para intentar amar más y mejor.
Un día se calla el universo para escuchar la voz de mi madre: "Nos conocíamos a la perfección. Le agradezco a Dios por haber tenido un esposo que supo ser un buen compañero porque siempre me respetó y me trató bien".
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Suéñame esta noche, abuela.
"Un día"
(Hidalgo, México. Enero de 2019)
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Un día te das cuenta de tu pequeñez cuando todas las cosas te quedan lejos: el apagador de la luz, el lavabo, el shampú.
Un día recuerdas dicha pequeñez cuando le regalas un banquito a tu sobrino venezolano 🇻🇪 y te abraza diciéndote "Ahora soy poderoso porque alcanzo todo".
Un día te das cuenta de la dependencia hacia tus mayores.
Un día cabes parado en el coche, acostado en el asiento de atrás, y metido en el rincón de los zapatos.
Un día le preguntas a tu padre por qué escriben sobre las paredes y te responde que por una protesta estudiantil contra el gobierno.
Un día te das cuenta de que tu padre habla palabras que no son "el idioma de este país", sino del país de su padre.
Un día te das cuenta de que tu nombre proviene de uno de los muchos idiomas de este país, que no pudo borrar el español.
Un día te das cuenta de que tu padre participó en las manifestaciones estudiantiles de 1968 y que lo golpearon e hirieron por defender a un colega.
Un día te das cuenta de que tu padre es un trabajador íntegro e incorruptible de la empresa petrolera mexicana.
Un día quieres ser como tu padre.
Un día se te cae un diente y tu padre te regala un libro como compensación.
Un día te das cuenta de que tu padre y tu madre no merecían la saña del destino contra aquel bebé que un accidente se llevó.
Un día te das cuenta de que ya no cabes de pie dentro del coche, pero sí doblándote un poco en el asiento posterior.
Un día te dicen que serás alto como tu padre, pero con el alma y la tez morena de tu madre. ¿Será?
Un día se burlan de ti en la escuela porque escuchan a Iron Maiden y tú a Pavarotti por influencia de tu padre.
Un día le gustas a una niña porque te dice que eres diferente por escuchar a Pavarotti como su padre (además de Iron Maiden).
Un día tu padre y tu madre te llevan al aeropuerto a recibir a las parientas italianas, iniciando un intercambio epistolar de años de duración.
Un día te sientes feliz de que tu padre no sea de la capital para así poder conocer más pueblos del interior de México, su gente, su comida, su habla.
Un día recuerdas quién te enseñó a usar la pala cuando la gente te pregunta en qué momento aprendiste a plantar árboles con destreza.
Un día tu padre te regala un libro de ajedrez y su tablero para expandirte la mente con jugadas de alfiles, torres y caballos.
Un día te sientes Albert Einstein porque tu padre te motiva con un libro de dinosaurios y otro de ciencia al final del curso por tus buenas notas.
Un día de 1978 ves a tu padre leer un libro mientras bebe una taza de café.
Un día te ves a ti mismo regalando libros a colegues y sus hijes.
Un día ves a tu padre arreglando el coche, mientras tú te vas con tus tíos y tu abuelo al Estadio Olímpico Universitario México 68.
Un día eres feliz porque escuchas risas provenientes del cuarto de tu padre y de tu madre.
Un día recuerdas a tu padre cuando negocias con clientes del mundo tu tarifa de traducción y recuerdas sus palabras: "Vienen tiempos duros. Entre más te prepares, más probabilidades tendrás de sobrevivir".
Un día te das cuenta de que el mejor amigo de tu padre era y es su hermano.
Un día acabas con la frecuencia cardíaca como a 150 pulsaciones por minuto cuando acabas de ver el episodio "Metalhead" de la serie inglesa "Black Mirror" porque recuerdas las palabras de tu padre 35 años antes: "viene un futuro atroz". (Se quedó corto).
Un día te das cuenta de que tu padre vivió una fuerte violencia intrafamiliar derivada de los traumas de su padre, pero que él a ti jamás te golpeó de fea manera. Acaso 2 cachetazos.
Un día te das cuenta de que probablemente tu padre se moleste porque tiene que ir a hablar con el sacerdote italiano del colegio salesiano para arreglar una suspensión por haberte metido por la ventana del salón ya que la puerta estaba cerrada, que no pasa nada porque el padre de tu padre también era del Friuli-Venezia-Giulia al igual que el cura, y que ahora intercambias diálogos en italiano con él ante la admiración de algunas chicas del colegio.
Un día te sientes feliz porque sabes que tu padre venció la cisticercosis y múltiples operaciones en la cabeza.
Un día te desagrada tanto la opinión de tu padre sobre la Revolución Cubana, la RDA y la URSS que le espetas "ni pasaporte tienes".
Un día se muere la abuela materna y tu padre te dice: "sé fuerte porque esta es la primera vez que te enfrentas a la muerte con un ser tan amado".
Un día te das cuenta de que las horas se hacen largas, porque tú te ves a ti mismo en la ultra izquierda y a tu padre lo ves en la extrema derecha.
Un día le rebates a tu padre.
Un día ya no quieres ser como tu padre.
Un día sales a correr y recuerdas la molestia de tu padre en 1981 cuando le dijiste "ya no quiero ir a correr porque me regaña mucho el entrenador".
Un día te enteras de que tu padre tiene valores y no es corrupto cuando te advierte "no ocasiones problemas a nadie para no verme en la penosa necesidad de reprenderte públicamente en aras de tu aprendizaje".
Un día platicas de gramática con tu padre.
Un día un sobrino venezolano te pregunta si tienes padre.
Un día no recurres a lugares comunes como esparcir las cenizas de tu padre en el mar porque ni quiso ser cremado ni le gustaba el mar.
Un día lo entierras en presencia de amigues y familiares en su pueblo natal.
Un día recuerdas a tu sobrino venezolano preguntar "¿Tú quisieras ser mi papá?".
Un día escuchas "Mi viejo" de Piero y recuerdas a tu padre y al suegro de tu padre.
Un día recuerdas las palabras de la tarotera en 2009: "tus padres tendrán larga vida". ¿72 años es larga vida? No sé.
Un día te das cuenta de que no eres culpable de sentir ni de dejar de sentir por preferir a las mujeres de la familia.
Un día te das cuenta de que, aunque te consideras sólo un 2% católico, no se te han olvidado el Padre Nuestro ni el Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús Santa María madre de Dios ruega Señora por nosotrEs les pecadorxs ahora y en la hora de nuestra muerte amén. ¡Uff!
Un día te preguntas por qué si tu padre no se sentía católico le hicieron una ceremonia católica :)
Un día te das cuenta de que el balance de tu padre es positivo.
Un día te das cuenta de que sólo el amor del pueblo salva al pueblo.
Un día te das cuenta de que ves rota a la persona que te parió porque su compañero de vida por más de medio siglo ha dejado esta dimensión.
Un día te das cuenta de que la lucha que dejamos de hacer por el amor propio nadie la viene a hacer por nosotres.
Un día te das cuenta de que cuando muere el padre y la madre es como si muriese un pedazo de nosotres.
Un día te das cuenta de que cada día es una oportunidad de hacer la revolución personal para intentar amar más y mejor.
Un día se calla el universo para escuchar la voz de mi madre: "Nos conocíamos a la perfección. Le agradezco a Dios por haber tenido un esposo que supo ser un buen compañero porque siempre me respetó y me trató bien".
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Suéñame esta noche, abuela.