diegodelrío
Hasta donde llegue la vista.
Llegando a Yacanto de Calamuchita (Córdoba) por una de las rutas provinciales, hacia la izquierda se abre un camino de tierra y ripio. Son 8 kilómetros, difíciles para los autos de ciudad. Con varias curvas y contra curvas y algunos tramos más complicados que otros.
Más allá de estas dificultades en el trayecto, vale la pena detenerse un rato para poder apreciar un valle de gran belleza, donde el cielo parece ser más grande (e imponente) de lo habitual, y se pueden notar con claridad las sombras de las nubes sobre todo el terreno. El final de este camino es la localidad de El Durazno (a orillas del rio del mismo nombre)
Hasta donde llegue la vista.
Llegando a Yacanto de Calamuchita (Córdoba) por una de las rutas provinciales, hacia la izquierda se abre un camino de tierra y ripio. Son 8 kilómetros, difíciles para los autos de ciudad. Con varias curvas y contra curvas y algunos tramos más complicados que otros.
Más allá de estas dificultades en el trayecto, vale la pena detenerse un rato para poder apreciar un valle de gran belleza, donde el cielo parece ser más grande (e imponente) de lo habitual, y se pueden notar con claridad las sombras de las nubes sobre todo el terreno. El final de este camino es la localidad de El Durazno (a orillas del rio del mismo nombre)