José Luis Esteve
Reclamando su limosna
Centro histórico de Cáceres, en la puerta de la Iglesia, esta anciana pedía su limosna con un vaso de plástico, lo mas relevante es la expresión y los destrozos que el tiempo y la vida han escrito en su cara.Si observáis con detenimiento, sus manos están limpias, su cara y su pelo igual, y lo mismo sucede con sus ropas y sus zapatos, no es una mendiga al uso, pienso en que hay oficio detrás de esa estampa.
Reclamando su limosna
Centro histórico de Cáceres, en la puerta de la Iglesia, esta anciana pedía su limosna con un vaso de plástico, lo mas relevante es la expresión y los destrozos que el tiempo y la vida han escrito en su cara.Si observáis con detenimiento, sus manos están limpias, su cara y su pelo igual, y lo mismo sucede con sus ropas y sus zapatos, no es una mendiga al uso, pienso en que hay oficio detrás de esa estampa.