Crestería de Alluitz desde Urkiola.
Desde las campas de Urkiola observamos el cordal montañoso de Anboto, en su tramo Norte, que une la cima de Alluitz, a la izquierda de la imagen con el collado de Arrano, a la derecha.
Es un cordal montañoso estrecho como un cuchillo afilado, de modo que el camino de la crestería discurre entre grandes rocas y siempre asomado al abismo, tanto a un lado como al otro.
El punto señalado como Infernuko Zubia, Paso del Infierno o Paso del Diablo, es el mas peligroso del recorrido, dado que se ha de cruzar un tramo sin ninguna protección, solo es posible gatear y mirar bien donde ponemos el pie, dado que estamos en la zona norte, donde se queda siempre el hielo en invierno y la humedad en cualquier época del año, haciéndolo especialmente deslizante.
Consultada la información disponible, ese punto había causado hasta el año 2010 la muerte a diez personas en diversos accidentes, al precipitarse al vacío desde una altura superior a los cien metros.
La jefa de producción y yo hemos pasado una vez, hará de esto como veinte años. Y no hemos vuelto. Ni pensamos volver.
Muchísimas gracias a todos los amigos de flickr.
Crestería de Alluitz desde Urkiola.
Desde las campas de Urkiola observamos el cordal montañoso de Anboto, en su tramo Norte, que une la cima de Alluitz, a la izquierda de la imagen con el collado de Arrano, a la derecha.
Es un cordal montañoso estrecho como un cuchillo afilado, de modo que el camino de la crestería discurre entre grandes rocas y siempre asomado al abismo, tanto a un lado como al otro.
El punto señalado como Infernuko Zubia, Paso del Infierno o Paso del Diablo, es el mas peligroso del recorrido, dado que se ha de cruzar un tramo sin ninguna protección, solo es posible gatear y mirar bien donde ponemos el pie, dado que estamos en la zona norte, donde se queda siempre el hielo en invierno y la humedad en cualquier época del año, haciéndolo especialmente deslizante.
Consultada la información disponible, ese punto había causado hasta el año 2010 la muerte a diez personas en diversos accidentes, al precipitarse al vacío desde una altura superior a los cien metros.
La jefa de producción y yo hemos pasado una vez, hará de esto como veinte años. Y no hemos vuelto. Ni pensamos volver.
Muchísimas gracias a todos los amigos de flickr.