sebastiánaguilar
<Casa Mourisca> Óbidos (Portugal)
Óbidos es una vila portuguesa perteneciente a la comunidad intermunicipal de Oeste y región Centro . El nombre de Óbidos deriva del latín oppidum y significa «ciudadela», «ciudad fortificada». En sus proximidades se encuentra la población romana de Eburobrittium.
En todo el conjunto urbano aún se puede vivir el carácter medieval de esta villa. Toda ella está cercada por altas murallas y tiene una estructura urbana delimitada a partir de la alcazaba, las entradas y la plaza de armas.
Se trata de una ciudadela fortificada. De hecho, se cree que Óbidos fue un castro celtíbero que fue ampliando su perímetro con el paso del tiempo. Algunos arqueólogos apuntan incluso a una posible presencia de los fenicios en la zona.
Lo cierto es que este pequeño municipio esconde un magnífico castillo y algunos de los rincones más auténticos del medievo portugués en forma de callejuelas adoquinadas y viejos muros de piedra en los que celtíberos, romanos, visigodos y árabes dejaron su impronta.
Tradicionalmente, Óbidos ha sido conocida como la «Vila Das Rainhas» («villa de las reinas»), ya que desde el siglo XIII esta aldea era ofrecida por los monarcas portugueses a sus esposas a modo de regalo de boda. Esta tradición comenzó con el rey Don Dinis y perduró hasta comienzos del siglo XIX, cuando la villa dejó definitivamente de ser patrimonio de la Casa de la Reina.
Óbidos está declarada Patrimonio Nacional y todos los años celebra, entre julio y agosto, un mercado medieval .
Además, Óbidos es famosa por su ginjinha y por su chocolate. Este último es el protagonista del Festival del Chocolate que se celebra en enero.
<Casa Mourisca> Óbidos (Portugal)
Óbidos es una vila portuguesa perteneciente a la comunidad intermunicipal de Oeste y región Centro . El nombre de Óbidos deriva del latín oppidum y significa «ciudadela», «ciudad fortificada». En sus proximidades se encuentra la población romana de Eburobrittium.
En todo el conjunto urbano aún se puede vivir el carácter medieval de esta villa. Toda ella está cercada por altas murallas y tiene una estructura urbana delimitada a partir de la alcazaba, las entradas y la plaza de armas.
Se trata de una ciudadela fortificada. De hecho, se cree que Óbidos fue un castro celtíbero que fue ampliando su perímetro con el paso del tiempo. Algunos arqueólogos apuntan incluso a una posible presencia de los fenicios en la zona.
Lo cierto es que este pequeño municipio esconde un magnífico castillo y algunos de los rincones más auténticos del medievo portugués en forma de callejuelas adoquinadas y viejos muros de piedra en los que celtíberos, romanos, visigodos y árabes dejaron su impronta.
Tradicionalmente, Óbidos ha sido conocida como la «Vila Das Rainhas» («villa de las reinas»), ya que desde el siglo XIII esta aldea era ofrecida por los monarcas portugueses a sus esposas a modo de regalo de boda. Esta tradición comenzó con el rey Don Dinis y perduró hasta comienzos del siglo XIX, cuando la villa dejó definitivamente de ser patrimonio de la Casa de la Reina.
Óbidos está declarada Patrimonio Nacional y todos los años celebra, entre julio y agosto, un mercado medieval .
Además, Óbidos es famosa por su ginjinha y por su chocolate. Este último es el protagonista del Festival del Chocolate que se celebra en enero.