Daphne Yeu
Bri & Eldridge - curas [Escena RP]
❖ Canción: www.youtube.com/watch?v=kpz8lpoLvrA&t=192s&ab_cha...
Nota: "Brujo de la escuela de oso, me ha contado una rubia que llevas una vida muy solitaria, te vengo a hacer compañía y cuando quieras, me puedes dar un abrazo". Ese fue el mensaje que Bri le dejó junto a un osito de peluche que le había comprado y dejado a Eldridge en su caseta, sobre las pieles donde descansaba. Y es que resultaba que la maldita empezaba a conocer mejor al cazador de monstruos y parecía disfrutar de su compañía. Regresando del pozo de pelea, y habiendo recibido una buena tunda de un nuevo contrincante llamado "El Bruto", la luchadora acudía a casa del mutado de nuevo caída la noche. La rubia pensaba que estaba haciendo bien en mantener a Yorindel lejos de los problemas en los que se estaba metiendo últimamente con esos bandidos. Además, no quería que fuera seguida hasta la posada y descubrieran donde se alojaba. Ya aseada y cambiada se dirigía hacia la caseta iluminada por una hoguera. Estaba sumamente dolorida y caía sobre la arena de la costa al tropezar. Eldridge se asomaba y no le echaba ninguna mano, quería ver de que pasta estaba hecha Bri y esta al final se internaba en la casa del brujo para sanarse y de paso cenar.
[Basado en RP]
[14:28] Bri se giraba para mirar a Osito y volvía a sonreír encantada de haber acertado con el detalle —¿Nunca te hacen regalos?— preguntaba mientras gruñía por el escozor antes de responder respecto a la pelea que había perdido —Claro que no ha sido en vano, es más estuve durante una semana entera visitando el pozo de incógnito para ver quienes peleaban y cómo se movían, justo antes de lanzarme a pelear con El Cuervo, pero este contrincante lo han sacado nuevo, antes no estaba— aseguraba con convicción antes de verlo incorporarse y sorprenderse cuando le quitaba la gasa y le subía la camiseta—¡Q-qué haces!— se quejaba asustada antes de sentir el escozor en las zonas donde no había llegado por si misma —Ay ay aaaaay— pero ahí la mandaba estarse quieta y comer. La luchadora enmudecía sin poder creer que Eldridge le estuviera echando una mano, aunque era más aterrador pensar que era la primera vez que tenía a un brujo tras ella, subiéndole la camiseta y exponiendo su espalda a su merced. Espadazo de plata y era su fin.—¿Hoy toca liebre?— preguntaba intentando disimular la tensión mientras tomaba el palo con la liebre y daba un fuerte bocado a la carne torrada. En realidad tenía hambre, pero estaba muy tensa y Eldridge podría notarlo en cómo se había quedado ciertamente rígida.
[14:37] Eldridge de Aedirn negaba en relación a la pregunta sobre si le hacían regalos antes de colocarse tras Bri para ayudarla, pasando la gasa con alcohol por las heridas de la espalda. Eldridge retomó la conversación que estaban teniendo – “Bien hecho” – premiaba a la exsoldado por la estrategia de estudiar a sus rivales – “No te quejes tanto, si eres valiente para ponerte en el pozo has de ser valiente para lamerte las heridas” – afirmaba – “Sí, hoy toca liebre. La cacé esta misma tarde” – el mutante pudo notar la rigidez en el cuerpo de la rubia, parecía tensa como una piedra, los músculos en tensión, hombros cargados, parecía estar apretando todos sus músculos – “¿Quieres relajarte?” – después de limpiar bien las heridas colocó poco a poco la camiseta en su posición natural, tapando su espalda y palmeaba con suavidad los hombros de la mujer – “Intenta relajarte, estas más tensa y dura que mi polla cuando estoy cachondo. Solo te he pasado la gasa por la espalda” –.
❖ Canción: www.youtube.com/watch?v=mML2fPec7xU&list=PLd0ilE1moz_...
[14:48] Bri fruncía el ceño cuando el brujo le daba lecciones, claro que sabía cuando retirarse de un combate, bueno no, realmente era demasiado competitiva. Eso era culpa del granjero, su entrenador en el pasado le desafiaba constantemente y de ahí que sacara esa vena competitiva y siempre estuviera un paso por delante —¿C-como quieres que me relaje?— exclamaba con la boca llena de carne antes de suspirar con alivio y destensarse al notar la tela bajar de nuevo, pero de pronto el mutado soltaba todo eso de estar más dura que ¿Su polla estando cachondo? ¿De verdad había escuchado bien? Los alimonados ojos de Bri se abrieron como platos y lo miraron negando —¿Cómo puedes ser tan cerdo?— se quejaba antes de darle con el palo ya sin liebre, sosteniéndola de una pata con la mano.
Bri & Eldridge - curas [Escena RP]
❖ Canción: www.youtube.com/watch?v=kpz8lpoLvrA&t=192s&ab_cha...
Nota: "Brujo de la escuela de oso, me ha contado una rubia que llevas una vida muy solitaria, te vengo a hacer compañía y cuando quieras, me puedes dar un abrazo". Ese fue el mensaje que Bri le dejó junto a un osito de peluche que le había comprado y dejado a Eldridge en su caseta, sobre las pieles donde descansaba. Y es que resultaba que la maldita empezaba a conocer mejor al cazador de monstruos y parecía disfrutar de su compañía. Regresando del pozo de pelea, y habiendo recibido una buena tunda de un nuevo contrincante llamado "El Bruto", la luchadora acudía a casa del mutado de nuevo caída la noche. La rubia pensaba que estaba haciendo bien en mantener a Yorindel lejos de los problemas en los que se estaba metiendo últimamente con esos bandidos. Además, no quería que fuera seguida hasta la posada y descubrieran donde se alojaba. Ya aseada y cambiada se dirigía hacia la caseta iluminada por una hoguera. Estaba sumamente dolorida y caía sobre la arena de la costa al tropezar. Eldridge se asomaba y no le echaba ninguna mano, quería ver de que pasta estaba hecha Bri y esta al final se internaba en la casa del brujo para sanarse y de paso cenar.
[Basado en RP]
[14:28] Bri se giraba para mirar a Osito y volvía a sonreír encantada de haber acertado con el detalle —¿Nunca te hacen regalos?— preguntaba mientras gruñía por el escozor antes de responder respecto a la pelea que había perdido —Claro que no ha sido en vano, es más estuve durante una semana entera visitando el pozo de incógnito para ver quienes peleaban y cómo se movían, justo antes de lanzarme a pelear con El Cuervo, pero este contrincante lo han sacado nuevo, antes no estaba— aseguraba con convicción antes de verlo incorporarse y sorprenderse cuando le quitaba la gasa y le subía la camiseta—¡Q-qué haces!— se quejaba asustada antes de sentir el escozor en las zonas donde no había llegado por si misma —Ay ay aaaaay— pero ahí la mandaba estarse quieta y comer. La luchadora enmudecía sin poder creer que Eldridge le estuviera echando una mano, aunque era más aterrador pensar que era la primera vez que tenía a un brujo tras ella, subiéndole la camiseta y exponiendo su espalda a su merced. Espadazo de plata y era su fin.—¿Hoy toca liebre?— preguntaba intentando disimular la tensión mientras tomaba el palo con la liebre y daba un fuerte bocado a la carne torrada. En realidad tenía hambre, pero estaba muy tensa y Eldridge podría notarlo en cómo se había quedado ciertamente rígida.
[14:37] Eldridge de Aedirn negaba en relación a la pregunta sobre si le hacían regalos antes de colocarse tras Bri para ayudarla, pasando la gasa con alcohol por las heridas de la espalda. Eldridge retomó la conversación que estaban teniendo – “Bien hecho” – premiaba a la exsoldado por la estrategia de estudiar a sus rivales – “No te quejes tanto, si eres valiente para ponerte en el pozo has de ser valiente para lamerte las heridas” – afirmaba – “Sí, hoy toca liebre. La cacé esta misma tarde” – el mutante pudo notar la rigidez en el cuerpo de la rubia, parecía tensa como una piedra, los músculos en tensión, hombros cargados, parecía estar apretando todos sus músculos – “¿Quieres relajarte?” – después de limpiar bien las heridas colocó poco a poco la camiseta en su posición natural, tapando su espalda y palmeaba con suavidad los hombros de la mujer – “Intenta relajarte, estas más tensa y dura que mi polla cuando estoy cachondo. Solo te he pasado la gasa por la espalda” –.
❖ Canción: www.youtube.com/watch?v=mML2fPec7xU&list=PLd0ilE1moz_...
[14:48] Bri fruncía el ceño cuando el brujo le daba lecciones, claro que sabía cuando retirarse de un combate, bueno no, realmente era demasiado competitiva. Eso era culpa del granjero, su entrenador en el pasado le desafiaba constantemente y de ahí que sacara esa vena competitiva y siempre estuviera un paso por delante —¿C-como quieres que me relaje?— exclamaba con la boca llena de carne antes de suspirar con alivio y destensarse al notar la tela bajar de nuevo, pero de pronto el mutado soltaba todo eso de estar más dura que ¿Su polla estando cachondo? ¿De verdad había escuchado bien? Los alimonados ojos de Bri se abrieron como platos y lo miraron negando —¿Cómo puedes ser tan cerdo?— se quejaba antes de darle con el palo ya sin liebre, sosteniéndola de una pata con la mano.