mechelemuriana
Umbroso cabello
...De repente comencé a oscurecerme, como si eso pudiera saciar el ideal, que mi personalidad externaliza diariamente.
¿Será malo velarse?
Todos mis días son opacos, y la tenue sonoridad de los rojos se abren paso, pero los sombríos sonidos de la ambigua realidad, me hacen estar entre el granate y la sobriedad del negro.
A veces, pero sólo a veces, me gusta jugar con el anaranjado, ya que sus alegres vibraciones, me mantienen pendiente de la niebla, que persigue mi sombra...
Umbroso cabello
...De repente comencé a oscurecerme, como si eso pudiera saciar el ideal, que mi personalidad externaliza diariamente.
¿Será malo velarse?
Todos mis días son opacos, y la tenue sonoridad de los rojos se abren paso, pero los sombríos sonidos de la ambigua realidad, me hacen estar entre el granate y la sobriedad del negro.
A veces, pero sólo a veces, me gusta jugar con el anaranjado, ya que sus alegres vibraciones, me mantienen pendiente de la niebla, que persigue mi sombra...