MENTIRIJILLAS
My World Vision
-AroundTheWorld-
SPAIN
-Street Photography-
"Mentirijillas"
He decidido salir a la calle en busca de emociones.
Esta tarde noche es mágica, sobre todo, para los más pequeños. Como fotógrafo, quiero conseguir captar eso tan bonito que hoy tienen los niños en los ojos, en su mirada, ese gesto mezcla de ilusión, temor, nervios, misterio, felicidad y tantas otras emociones tan difíciles de adjetivar.
Horas antes de la cabalgata de reyes me marcho de casa. Me encanta la luz que esta tarde ilumina las calles. Siempre que puedo me gusta cocinar la fotografía a fuego lento, sin prisa, así sabe mucho mejor. Observo curioso e intento entrar en el juego que me dan esos pequeños detalles navideños, contagiarme poco a poco de la magia de las lucecitas que adornan las principales vías, el caminar inquieto de los niños, de los papás, el olor a castañas calientes y la agradable niebla que se desprende del puesto de churrillos de la plaza.
Más tarde, cuando estoy empapado de Navidad, me dejo llevar por el corazón de mi cámara: Dos hermanos esperan sentados en la acera la llegada de los Reyes Magos. Las calles aún están vacías pero eso les da igual, hay que saborear el momento. No paran de moverse, de reír, de hablar, están muy nerviosos. No tienen frío, ¿cómo se puede sentir frío un día así? Llevan las mochilas del colegio vacías para recoger todos los caramelos posibles, las abren, las cierran, las cambian de lugar. Entre ellos hay un millón de miradas de complicidad. Me encanta ver como el hermano mayor, al que hace tiempo le desvelaron el secreto sobre esta mágica noche, miente a su hermanita pequeña con mentirijillas piadosas que la hacen soñar y de paso ¿por qué no? sueña él también, tampoco es tan mayor como para no creerse sus propios embustes. Mira a su hermana una y otra vez, ella, nerviosa, le pone mil caras, sonríe, a él le gusta verla así, haciendo el tonto, feliz, emocionada, esperando a que se haga la magia de una noche fantástica que aún está por llegar.
Es muy bonito observar esta historia callejera, mirar con el corazón y descubrir la felicidad de estos dos niños, su complicidad. Admiro a este hermano mayor, seguro que es un buen chaval. La tarde se me pasa rápido y la nostalgia se apodera de mi, tengo viejos recuerdos de mi infancia, de mis padres, hermanos, abuelos...
De vuelta a casa, me doy cuenta de que en este mundo caótico en el que vivimos aún hay un pequeño lugar para la magia, para los sueños, para los niños. Es tan extraño como bonito pero ahí está, todavía existe.
Hoy camino solo por la calle, vuelvo a mi hogar feliz por lo vivido y con las manos manchadas de Navidad. No paro de darle vueltas a la cabeza y pienso que quizás deberíamos mentirnos mucho más...
My World Vision:
De mayor quiero ser pequeño.
Moon
Carlos Infante Luna
MENTIRIJILLAS
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SPAIN
-Street Photography-
"Mentirijillas"
He decidido salir a la calle en busca de emociones.
Esta tarde noche es mágica, sobre todo, para los más pequeños. Como fotógrafo, quiero conseguir captar eso tan bonito que hoy tienen los niños en los ojos, en su mirada, ese gesto mezcla de ilusión, temor, nervios, misterio, felicidad y tantas otras emociones tan difíciles de adjetivar.
Horas antes de la cabalgata de reyes me marcho de casa. Me encanta la luz que esta tarde ilumina las calles. Siempre que puedo me gusta cocinar la fotografía a fuego lento, sin prisa, así sabe mucho mejor. Observo curioso e intento entrar en el juego que me dan esos pequeños detalles navideños, contagiarme poco a poco de la magia de las lucecitas que adornan las principales vías, el caminar inquieto de los niños, de los papás, el olor a castañas calientes y la agradable niebla que se desprende del puesto de churrillos de la plaza.
Más tarde, cuando estoy empapado de Navidad, me dejo llevar por el corazón de mi cámara: Dos hermanos esperan sentados en la acera la llegada de los Reyes Magos. Las calles aún están vacías pero eso les da igual, hay que saborear el momento. No paran de moverse, de reír, de hablar, están muy nerviosos. No tienen frío, ¿cómo se puede sentir frío un día así? Llevan las mochilas del colegio vacías para recoger todos los caramelos posibles, las abren, las cierran, las cambian de lugar. Entre ellos hay un millón de miradas de complicidad. Me encanta ver como el hermano mayor, al que hace tiempo le desvelaron el secreto sobre esta mágica noche, miente a su hermanita pequeña con mentirijillas piadosas que la hacen soñar y de paso ¿por qué no? sueña él también, tampoco es tan mayor como para no creerse sus propios embustes. Mira a su hermana una y otra vez, ella, nerviosa, le pone mil caras, sonríe, a él le gusta verla así, haciendo el tonto, feliz, emocionada, esperando a que se haga la magia de una noche fantástica que aún está por llegar.
Es muy bonito observar esta historia callejera, mirar con el corazón y descubrir la felicidad de estos dos niños, su complicidad. Admiro a este hermano mayor, seguro que es un buen chaval. La tarde se me pasa rápido y la nostalgia se apodera de mi, tengo viejos recuerdos de mi infancia, de mis padres, hermanos, abuelos...
De vuelta a casa, me doy cuenta de que en este mundo caótico en el que vivimos aún hay un pequeño lugar para la magia, para los sueños, para los niños. Es tan extraño como bonito pero ahí está, todavía existe.
Hoy camino solo por la calle, vuelvo a mi hogar feliz por lo vivido y con las manos manchadas de Navidad. No paro de darle vueltas a la cabeza y pienso que quizás deberíamos mentirnos mucho más...
My World Vision:
De mayor quiero ser pequeño.
Moon
Carlos Infante Luna