El juego de las simetrías

Quizá las simetrías que fabricamos sean el reflejo de nuestra biológica conformación: dos hemisferios cerebrales, dos ojos, dos partes repetidas en un alarde de la naturaleza para salvaguardar que la pérdida de una acabe con todo, también la inherente necesidad de compenetración, - subida y bajada, noche y dia, sombra y luz -.

 

Todos los por qués se encuentran ahí, a cada paso. La ciudad es el pequeño mundo donde nos refugiamos, en ella creamos espacios prácticos para nuestro deambular, en algunos casos, y gracias a la luz, sus contrastes y sus reflejos resultan de una insospechada belleza que nos sale al paso de la mano de verdaderos artistas de la imaginación arquitectónica.

 

Aunque todos caminamos, cámara en mano, en pos de la imaginación, hay tres fotógrafas con todas las letras que aman especialmente esos perfiles de la ciudad donde se encuentra oculta la belleza: en sus luces y sombras, en sus contrastes, pero sobre todo en sus simetrías. Casi nada escapa a sus miradas atentas y entendidas. De ellas hemos aprendido todos a mirar de otro modo esos especiales rincones.

 

Para Carmen, Idoia y Julieta.

 

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