"Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto a su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mi para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso para encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por lo mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas que solo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno."

Gabriel García Márquez de Memoria de mis putas tristes.

"Hay algo sobre usted mismo que desconoce. Algo que usted negará incluso que existe, hasta que sea demasiado tarde para hacer algo al respecto. Es la única razón por la que se levanta a la mañana. La única razón por la que sufre la mierda, la sangre, el sudor y las lagrimar. Es el por qué usted quiere que la gente sepa lo bueno, lo atractivo, lo generoso, lo divertido,lo salvaje y lo listo que usted es realmente. Témame o venéreme, pero por favor, piense que soy especial. Compartimos una adicción. Somos drogadictos de la aprobación. Estamos todos en el juego por la palmada en la espalda y el reloj del oro. El hip, hip, hu, fucking-Rah!!!. Miren al muchacho listo con el premio, puliendo su trofeo. Brille como un diamante, porque todos somos solo monos envueltos en trajes, pidiendo la aprobación de los demás."

Revolver.

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,

hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,

hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,

hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,

hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.

Sangran.

Límites de Juan Gelman