La fotografía es un arte, un lenguaje universal. No sólo un momento congelado, sino un recuerdo. Cada foto está relacionada con un sentimiento específico y cada una tiene su por qué.

La fotografía no es un “clic”, la fotografía es el instante, es la captura inmediata y sincera de una imagen. Disfruto de la libertad que te da la fotografía, del poder que te da para expresar sentimientos y de captar sensaciones y realidades.

Es un arte íntimo por eso me gusta trabajar, lo único que me acompaña, a veces, es la música; crea ideas muy buenas y creativas. Lógicamente después de haberlas tomado, me gusta compartirlas y subirlas a mi página para que otros puedan verlas y comentarlas.

La fotografía ocupa un lugar esencial en mi vida, es mi pasatiempo, mi pasión. Aunque no estudie artes visuales, siento que tengo esa sensibilidad y ese talento que se necesita para obtener un buen trabajo.

Digo con firmeza que el talento es nato, la sensibilidad artística la tienes o no la tienes, no es algo que se desarrolla.

Soy una fotógrafa versátil, no me limito en los temas que abordo, en pocas palabras, para mí no hay tema.

Actualmente, estoy estudiando mi 2do semestre en pedagogía en la Universidad Anáhuac y trabajando para ésta en la revista “Vida Anáhuac” como fotógrafa.

Testimonio publicado en el suplemento "Sale la foto" del periódico Reforma el 3 de octubre del 2008.

Sandra Rajkov

Sandra Hernández Rajkov, nombre real de la artista, nació en la ciudad de México el 27 de agosto de 1987. Junto con sus hermanos Tatiana y Diego, es hija de Lidia Rajkov, pintora y escultora internacional de origen serbio, y de Augusto Hernández ingeniero mexicano, apasionado de la fotografía. De quienes hereda la sensibilidad, la capacidad de expresión y el interés en las artes visuales.

Después de haber estudiado en el Liceo Francés y en el Colegio Merici, ingresa a la Universidad Anáhuac México Norte para realizar estudios de Licenciatura en Pedagogía, donde actualmente cursa el quinto semestre.

Persona comprometida, entusiasta, perseverante, sensible y creativa. Para ella, la fotografía es un lenguaje universal, que nunca imaginó ocuparía un lugar esencial en su vida.

Es gracias a una estancia tres meses que realiza en Europa, cuando descubre que la cámara – regalo de su padre – se había convertido en su mejor compañera de viaje. Dicha cámara, despierta en ella su capacidad de asombro y el deseo de observar el mundo con todos sus sentidos. Pero sobre todo, al otorgarle el poder y la libertad de captar sensaciones, recuerdos y realidades en un solo instante, a través de los cuales es posible crear y compartir ideas y sentimientos.

Entre sus trabajos independientes, cabe destacar que ha realizado “fotografías de estudio” para diversos actores, cantantes, escritores y profesionistas; así mismo, ha realizado “fotografía corporativa” para algunas empresas e instituciones educativas. Actualmente, tenemos el honor de que colabore como fotógrafa oficial de la Revista “Vida Anáhuac”, un órgano de difusión social y universitaria.

A pesar de su corta trayectoria como fotógrafa de poco más de dos años, la obra de Sandra Hernández nos revela el talento innato de esta joven artista. Prueba de lo anterior, es el hecho que diversos periódicos de circulación nacional e internacional le han reconocido al publicarle diversos trabajos. Tal es el caso del periódico “Reforma”, en que se publicó una entrevista con fotografías de ella, del periódico “The News” y de “El Universal”.

Ella ha logrado plasmar y compartirnos a través la “mirada” de su cámara, no sólo un proceso cuidadoso de búsqueda y experimentación en el manejo del encuadre, el contraste, el equilibrio, el ritmo, la perspectiva, el contenido, el movimiento, la luz y el color. Sino de aspectos más personales e íntimos, como lo son el propósito de la fotografía o el proceso que conlleva cada toma.

Gracias a la obra de Sandra Hernández, el día de hoy podremos advertir que la fotografía no es simplemente la impresión de la realidad con el uso de la tecnología. Y que así como el pincel es instrumento del pintor o el cincel el del escultor, la cámara lo es del fotógrafo.

Sandra es capaz de escribir poesía con las imágenes; de esculpir con las luces y las sombras; y de crear sinfonías con los colores; pero sobre todo de dejar profunda huella en nuestros corazones.

Luis Medina Velázquez