Me gusta intentar, sólo intentar, captar momentos de las vidas que me rodean.

Me gustan los espacios abiertos y los cerrados si son amplios, sin obstáculos. Sólo el espacio.

Y me gusta pensar que soy naturalista, por eso trato de no usar flash. Tampoco he alterado las fotos con algún software.

Sólo el ojo y yo.

Manejando la cámara digital manualmente, no alterando los parámetros, sino jugando a pulsar segundos antes de que finalmente quede retenida por la máquina. Dándole algo de aleatoriedad al asunto. Intentando ser lo más fiel posible.

Y si alguna imagen sale corrida, mejor, porque le entrega movimiento a la pasividad de la imagen.

Así no es sólo un segundo el que se mira, sino que el tiempo eterno.

Actualización 2011: Desde mayo he caído en las garras de Photoshop, lo advierto, pero sólo para enfatizar un estilo o para disimular cosas, no para alterarlas, se los prometo.

Actualización 2014: He comenzado a alterarlas. En el camino de búsqueda del estilo, me vi forzado a replantear mi criterio. Sin embargo, vuelvo a leer lo primero, y creo que aun soy yo, al menos eso intento, aunque viene bien de cerca la recomendación.