Sinopsis Si alguna vez se han topado con Nicolás Biglié, sabrán que por donde pasa deja una huella… Cuando era niño adoptó como mascota a un ticket de numeración de un negocio, le puso nombre y lo colocó en una cajita de fósforos para cuidarlo. Cuando creció un poco más y fue a la escuela, quiso estudiar para pre… Read more

Sinopsis Si alguna vez se han topado con Nicolás Biglié, sabrán que por donde pasa deja una huella… Cuando era niño adoptó como mascota a un ticket de numeración de un negocio, le puso nombre y lo colocó en una cajita de fósforos para cuidarlo. Cuando creció un poco más y fue a la escuela, quiso estudiar para presidente. Es curioso como la vida nos lleva y nos trae plácidamente y a veces a tropezones… sus sueños dieron un vuelco particular y su sensibilidad fue capturada por otro destino. Quizás la realidad se tornó un tanto insoportable y a fuerza de renegar, sus credos se canalizaron en otros ámbitos, un tanto ajenos a la política. Detrás de cada fotografía de este maravilloso y joven artista, podemos admirar un punto de vista exquisito, exploratorio, entusiasta. Su curiosidad se presenta sin límites y por ello él mismo se sorprende de su “tan variado estilo”. Pero lo esencial de sus creaciones manifiesta una estética impecable, un trabajo meticuloso con las formas y los tonos, una poderosa atracción por el detalle y la fuerza del movimiento y el color. El modo en el que resuelve la tensión entre lo ficcional y lo testimonial en el encuentro con sus retratos no da como resultado una mezcla sino una nueva construcción entre el testimonio y el código de la imagen fotográfica. Biglié sabe “ver” y sabe “mostrar”. La mayor parte de nuestras vidas nos encontramos en una búsqueda plena y constante. Transitamos diferentes caminos y con un poco de suerte dejamos evidencia de nuestros aprendizajes. Recorrer la galería de fotos y diseños de Nicolás Biglié nos permite ser testigos de una producción tan atractiva como interesante, cede el paso a la reconstrucción de sus trayectos por medio de la imagen y es un deleite para aquellos que poseen la capacidad de distinguir y disfrutar – a través de la contemplación - el aura de una gran obra individual inmersa en el conjunto de la cultura visual. por Natalia Mondelo