Está cerca el día en que este pueblo olvidará su nombre y dirección.
Y borrachos de licor de errores a duras penas daremos con el camino a casa.
Está cerca el día en que nos encontremos en algún corredor de la muerte, por haber defendido a capa y espada un abrazo que creímos necesario.
Demasiado cerca el día, en que únicamente la música tecno movilizará la juventud.
En que la lluvia de la calle y tus ojos se pueden describir.
Y yo no quiero... no quiero estar ahí.