“El profundo respeto por el cliente, sus necesidades e ilusiones, y el hecho de entrar en su casa y en su vida con un nuevo Proyecto, crean en mí una gran responsabilidad.

Cuando finalmente me encuentro ante la hoja de papel en blanco, después de haber dispuesto mi mesa y mi mente, titubeo por un segundo y, lápiz en mano, empiezo a trazar líneas donde la imaginación y la ilusión propia de un niño fluye sin prejuicios ni parámetros establecidos.

Me gusta jugar con el espacio y soñar con volumetrías sorprendentes que a nadie dejen indiferente, convencido de que lo único que marca la distinción son las buenas idea, fruto del conocimiento y la experiencia.

Al levantar la cabeza para abstraer la mirada y reflexionar sobre lo que está saliendo de mi interior, me quedo asombrado viendo cómo empieza a coger forma tras superar uno a uno los óbices del espacio, ilusionado por encontrar ese hilo conductor que urda ése lugar soñado digno de las expectativas depositadas.

Un Proyecto es un camino largo. Cuando empieza a tomar forma y me encuentro cara a cara con esas primeras ideas y esbozos hechos realidad, siento la profunda emoción digna de todo nacimiento.