Incluso antes de la quiebra de los bancos, el mundo sufría pobreza, desigualdad y la amenaza del caos climático.
Nuestro futuro depende de un nuevo sistema de justicia, distribución de las riquezas, puestos de trabajo decentes para todos y un futuro bajo monóxido de carbono. No podemos volver a empezar como siempre.
¡Existimos para asegurar que se oiga la voz de la gente!