Hago fotos de gente y las cosas que me importan, en momentos que por una cosa o por otra me parecen interesantes, sólo por placer, soy consciente de que ni siquiera se me da particularmente bien y aún así... Disfruto con ello.

Con avaricia atesoro fotos de momentos que he vivido, y al volver a verlas tiempo después, mediante esa extraña catarsis mental que producen los recuerdos, revivo esos instantes, lo que pensaba, lo que sentía... La memoria rescata información que crees olvidada y de alguna manera vuelvo a disfrutar de aquellas experiencias pasadas.

La vida es larga (si tienes suerte...), la mente no puede recordar con precisión todo su recorrido, las fotos tienen esa magia que permite rescatar lo que tu consciencia olvidó. Eso es lo que me atrapa de la fotografía y lo que con más o menos acierto comparto aquí.