Morihei Ueshiba creo el Aikido para construir una gran familia que tuviera como objetivo la creación de un paraíso de amor y de paz en la Tierra.

Nuestra misión en la vida es que este propósito se realice aportando cada uno de nosotros nuestro granito de arena singular y particular según nuestra habilidad, don o predisposición innata. El Aikido ayuda a que encontremos nuestra misión.

Aikidokas, practicantes de Aikido, ¡¡DESPERTAD!! Orientad un poco de energía a esa parte tan desfavorecida de esa Gran Familia que O'Sensei tan a menudo mencionaba.

¡¡¡Aikidokas donde estáis??

Tanta energía en organizar cursillos, cursos, seminarios, congresos, tanta energía y trabajo en conseguir danes, invitar a maestros que enseñan técnicas que no trasmiten el mensaje de O'Sensei ,...

Maestros y profesores que sólo enseñan la eficacia de las técnicas, como si eso fuera el objetivo del Aikido,

y tan poca energía en ayudar a esos hermanos nuestros tan necesitados.

El verdadero propósito del Aikido esta fuera del tatami, en la vida misma.

Dice el Sensei Kanshu Sunadomari:

Me pregunto cuántos de los que practican aikido cada día en todo el mundo lo hacen para ayudar conscientemente a que fructifique el verdadero espíritu armonioso del universo. Por desgracia, me parece que la mayoría de los practicantes ni siquiera son conscientes de las palabras escritas del fundador y continúan practicando de un modo enfocado más en la destrucción física que en la armonía de la que hablo Moriheri Ueshiba.

Aiki es amor. Es el camino que pone nuestros corazones en unidad con el espíritu del universo para que completemos nuestra misión en la vida, infundiendo en nosotros un sentimiento de amor y reverencia por la totalidad del mundo natural.

MORIHEI UESHIBA, Fundador del Aikido