La memoria es fantasiosa. Las cosas siempre son mejores o peores cuando uno recuerda. La fotografía, de cierto modo, es un intento por romper esa ambigüedad y objetivar una fracción de tiempo, cuyo destino hubiese sido trastocarse progresivamente, día tras día, hasta perder el asidero original y ser remplazado por algu… Read more

La memoria es fantasiosa. Las cosas siempre son mejores o peores cuando uno recuerda. La fotografía, de cierto modo, es un intento por romper esa ambigüedad y objetivar una fracción de tiempo, cuyo destino hubiese sido trastocarse progresivamente, día tras día, hasta perder el asidero original y ser remplazado por alguna imagen aleatoria de nuestra mente. Es testimonio de tiempo y de sensaciones. Se transfigura en puertas, ventanas, a veces grietas, abiertas a realidades imperceptibles y remotas. Sintetiza el polvo de mil caminos y de voces multicolores y silencios cósmicos. De la distancia inabarcable, sublime y mágica. De la vida. En latitudes lejanas, donde el pensamiento se deja guiar por la ignorancia al juzgar lo ajeno, tus reflexiones narradas con luz describen una humanidad palpitante, pero contradictoria en sus virtudes. Donde la naturaleza retoma su hegemonía sobre las civilizaciones en un constante y eterno renacer. Mas allá de nuestras propias rutinas de individuo, de pueblo, de culturas, vamos encontrando las cosas que ineludiblemente compartimos. No nos alcanza una vida para abarcar el océano. Pero a lo mejor si se puede. Para rebautizar cada estrella de la noche. Solo puedo desear, con el mayor cariño y admiración, que la vida te guarde siempre nuevos cielos y nuevos horizontes y que tu paso marche seguro sobre esta tierra y que tus huellas no se olviden nunca.

Read less