Despertar

Dormía como un tronco, lentamente los primeros rayos de luz de la mañana amenazaba peligrosamente al camastrón, que dormía enganchado a un sueño profundo, no parecía molestarle el trasiego de los primeros paseantes de la mañana. Era cuestión de segundos, ya que el sol llevaba prisa en apoderarse de cada rincón de sombra del bonito pueblo de Chora. Y así fue, en breve el sol tomo contacto con el felino y este no tardo en incorporarse para empezar a desperezarse, sabía que empezaba un nuevo día. Acto seguido rasgo la puerta de madera, la cual no tardo en abrirse, de donde apareció el rostro de una anciana quedando deslumbrado por los primeros rayos de sol de un bonito amanecer. El lindo gatito vacilante, no dudo en cruzar el umbral de la puerta, mientras esta se cerraba a su paso lentamente, dejando fuera el comienzo de una nueva jornada.

Done