La belleza bien guardada.
Yo ya sé que no te muestro
la parte más admirada,
mas permíteme que apele
al sobrenombre que lleva
este hermoso castillo
apodado de las damas.
Una dama no se exhibe,
se muestra de forma velada
para que aquel que la mira
descubra lo que ella quiere
sin molestar en la corte.
A veces cuesta entender
que no es más bello en la vida
aquello que bien se muestra,
sino lo que estando escondido
se guarda y se protege
de miradas encendidas
que no saben encontrar
la belleza en su medida.
La belleza bien guardada.
Yo ya sé que no te muestro
la parte más admirada,
mas permíteme que apele
al sobrenombre que lleva
este hermoso castillo
apodado de las damas.
Una dama no se exhibe,
se muestra de forma velada
para que aquel que la mira
descubra lo que ella quiere
sin molestar en la corte.
A veces cuesta entender
que no es más bello en la vida
aquello que bien se muestra,
sino lo que estando escondido
se guarda y se protege
de miradas encendidas
que no saben encontrar
la belleza en su medida.