C. Matges
Buscando detalles
La tarde se me hizo corta. Hacía tiempo que tenía ganas de coger mi cámara y divagar por callejuelas en busca de alguna prespectiva que me hiciese recordar cualquier experiencia del pasado. Así que en cuanto pude ni lo pensé y me fuí a dar una vuelta por el puerto de Barcelona. Compré una ensalada con los ingredientes justos para mezclarla y comí observando las olas del mar. Hacia altas horas de la tarde, el olor de la hierba transportaba a un día de frío de lluvía, pese a que hacía tiempo que no llovía y hacía un sol radiante que calentaba pese al aire frío de invierno. Habrían abierto los aspersores antes de llegar supuse.
Nada ni nadie en ese momento podría haber hecho que me sintiera más feliz que paseando con mi cámara estado atenta a cualquier pequeño detalle.
Buscando detalles
La tarde se me hizo corta. Hacía tiempo que tenía ganas de coger mi cámara y divagar por callejuelas en busca de alguna prespectiva que me hiciese recordar cualquier experiencia del pasado. Así que en cuanto pude ni lo pensé y me fuí a dar una vuelta por el puerto de Barcelona. Compré una ensalada con los ingredientes justos para mezclarla y comí observando las olas del mar. Hacia altas horas de la tarde, el olor de la hierba transportaba a un día de frío de lluvía, pese a que hacía tiempo que no llovía y hacía un sol radiante que calentaba pese al aire frío de invierno. Habrían abierto los aspersores antes de llegar supuse.
Nada ni nadie en ese momento podría haber hecho que me sintiera más feliz que paseando con mi cámara estado atenta a cualquier pequeño detalle.