EL PASEO-PST-
My World Vision
-Around The World-
ESPAÑA
La Mancha
"El paseo"
Son recuerdos que vienen a mi cabeza de una primavera que ya rozaba el verano y que aún nos regalaba algún día de extraño invierno.
Recuerdo pasear contigo de la mano por el campo, a las afueras del pueblo. A nuestro lado siempre venía "Felipe", nuestro perro callejero, en esos días nos acompañaba a todos lados, ¿recuerdas?. Caminábamos entre los campos amarillo pajizo de cereales y la amapolas que le daban un toque artístico al paisaje. Hablábamos y fumábamos, nos hacíamos ilusiones, veíamos el mundo de mil colores. Teníamos toda una vida por delante. Nos besábamos cada cien metros y según iba anocheciendo entre beso y beso había menos metros hasta que perdíamos el control y acabábamos en el suelo haciéndolo. Los aspersores regaban nuestros cuerpos empapados en sexo y "Felipe" le aullaba a la luna como el mejor perro lobo de todos los tiempos. ¿Recuerdas nuestras risas?
No existían los relojes, el tiempo no podía ir en contra.
El paseo se convirtió en todo un clásico y nos hizo felices, muy felices. Recordarlo, me hace feliz ahora.
No te olvido. No puedo. No quiero olvidarte.
Un beso, de esos, bajo la luna y los aspersores, ya sabes...
MyW.Vision: Cuando la luna oía nuestras risas.
Carlos Infante Luna.
EL PASEO-PST-
My World Vision
-Around The World-
ESPAÑA
La Mancha
"El paseo"
Son recuerdos que vienen a mi cabeza de una primavera que ya rozaba el verano y que aún nos regalaba algún día de extraño invierno.
Recuerdo pasear contigo de la mano por el campo, a las afueras del pueblo. A nuestro lado siempre venía "Felipe", nuestro perro callejero, en esos días nos acompañaba a todos lados, ¿recuerdas?. Caminábamos entre los campos amarillo pajizo de cereales y la amapolas que le daban un toque artístico al paisaje. Hablábamos y fumábamos, nos hacíamos ilusiones, veíamos el mundo de mil colores. Teníamos toda una vida por delante. Nos besábamos cada cien metros y según iba anocheciendo entre beso y beso había menos metros hasta que perdíamos el control y acabábamos en el suelo haciéndolo. Los aspersores regaban nuestros cuerpos empapados en sexo y "Felipe" le aullaba a la luna como el mejor perro lobo de todos los tiempos. ¿Recuerdas nuestras risas?
No existían los relojes, el tiempo no podía ir en contra.
El paseo se convirtió en todo un clásico y nos hizo felices, muy felices. Recordarlo, me hace feliz ahora.
No te olvido. No puedo. No quiero olvidarte.
Un beso, de esos, bajo la luna y los aspersores, ya sabes...
MyW.Vision: Cuando la luna oía nuestras risas.
Carlos Infante Luna.